Agricultura
El olivar protagoniza la subida de la superficie para riego en Córdoba
En sólo un año aumentó en más de 6.900 hectáreas, lo que supone el 90 por ciento de la totalidad
Los regantes de Córdoba encaran su tercer año sufriendo restricciones de agua
Empresas de Córdoba lideran un proyecto pionero para ahorrar agua y costes en el regadío
Pablo Cruz
CÓRDOBA
Unas mayores producciones y, en consecuencia, una mayor rentabilidad, junto a una menor dependencia de los periodos de sequía, son los motivos principales del crecimiento del regadío en Córdoba, aunque su nivel de expansión en un año no ha sido especialmente elevado debido ... a las limitaciones establecidas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para otorgar nuevos permisos para ampliar estas explotaciones. En este periodo ha sido el olivar el que ha acaparado la mayor parte de este crecimiento debido, entre otras causas, a los buenos precios que presenta desde hace dos años. Sin embargo, la presencia del riego sigue siendo menor a las de las otras provincias andaluzas, especialmente las más cercanas.
Según los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación contenidos en la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de los Cultivos (Esyrce) correspondiente a 2021 (último año disponible), el número de hectáreas con dotaciones de agua en Córdoba ascendía a 131.099. Son 6.936 más que un año atrás, lo que en términos relativos supone un incremento del 5,6 por ciento. Cobra especial protagonismo en este caso el olivar, ya que en este ejercicio ha sumado 6.216 hectáreas nuevas de regadío, lo que supone que este cultivo aglutinó casi el 90 por ciento de toda la subida de estas plantaciones en esos 12 meses. El avance en ese ciclo temporal roza el 8 por ciento.
La falta de agua merma de manera importante la superficie hortícola en Córdoba
P. CruzEn la actualidad sólo hay sembrada una pequeña cantidad de suelo de ajos y cebollas
De este modo, la actividad oleícola ocupa el primer puesto en cuanto a su presencia en este tipo de fincas con 85.426 hectáreas, es decir, cerca de dos tercios de la superficie total de regadío. Por detrás aparecen los cítricos, con 11.593 hectáreas; los cultivos industriales como el algodón, con 6.452; los cereales (6.446) y las hortalizas (4.621). No obstante, el peso del riego en la provincia sigue siendo menos respecto al resto de Andalucía. El área con plantaciones de esta tipología se queda muy próxima al 20 por ciento de las 657.990 hectáreas de tierras de cultivo que había en Córdoba el pasado ejercicio. Esta ratio es sensiblemente inferior a la correspondiente a la región (30,2%) y del país (22,5%).
Déficit hídrico
Resulta llamativo el hecho de que Córdoba es el tercer territorio andaluz con menos regadío, solo por detrás de Cádiz y Almería, que se quedan con un 15 por ciento de representatividad de estas explotaciones, respectivamente. Los primeros puestos son para Jaén (50,8%), Sevilla (34,2%) y Granada (27,8%), con dígitos muy superiores a los de aquí. Las diferencias son mayores en lo que se refiere a los regantes olivareros cordobeses, que se mantienen atrás de otras zonas competidoras que cuentan con mayor superficie, como es el caso de Jaén y Sevilla. Además, se da la circunstancia de que el área contabilizada aquí únicamente representa un 22,8 por ciento de las 374.633 hectáreas relativas a explotaciones aceituneras existentes.
El secretario general de la Asociación de Comunidades de Regantes en Andalucía (Feragua), Pedro Parias, explicó a ABC que este crecimiento de la superficie de las fincas con dotaciones hídricas no se debe a que haya más tierras de este tipo, sino que son sistemas que estaban en tramitación desde hacía muchos años o expedientes de modificación de comunidades que solicitaban una reducción del caudal y un aumento de su espacio de siembra. Este dirigente técnico indicó que la mayor parte de estos procesos se han llevado a cabo en explotaciones de olivar «al ser un cultivo que demanda menos agua y que se adapta bien a la cuenca».
Con respecto al año que acaba de comenzar, Parias mostró una gran preocupación debido a que «las lluvias que cayeron en diciembre han servido para que el terrenos pueda tener humedad, pero apenas ha llegado agua a los embalses, que solo han incrementado su capacidad un 5 por ciento en este periodo, por lo que será necesario que siga habiendo precipitaciones en lo que queda de invierno y en primavera para que podamos tener en verano y en otoño una campaña normal de riego».
El bajo nivel de estas explotaciones en Córdoba respecto a otros territorios llevó en mayo de 2017 a que las asociaciones agrarias de Asaja, UPA, COAG y Cooperativas Agroalimentarias pusieran en marcha la Mesa del Regadío para demandar a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que a la provincia se le aporte 228 hectómetros cúbicos más de agua en base a que es el territorio que más líquido elemento embalsa de la cuenca (casi un 50 por ciento) y a sus bajos niveles de plantaciones con riego. Esto supondría unas 150.000 hectáreas más de cultivo, sobre todo de olivar.
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