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PASAR EL RATO

Elogio de la vulgaridad

Los que son buenos en algo no se empeñan en demostrarlo

Ciudadanos en el Centro de Córdoba ARCHIVO
José Javier Amorós

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El mundo es obra de los hombres vulgares, pero ellos no lo saben. Pero nosotros no lo sabemos, uno se incluye en la categoría a la que pertenece por naturaleza y por destino. Sin lectores no hay escritores. Sin pueblo no hay gobernantes. La Transición ... fue mérito del sufrido pueblo español, y no de unos cuantos políticos engreídos y sustituibles. Si al sufrido pueblo español se le hinchan un día los derechos fundamentales, la mar se quedará chica para acoger a tantos cretinos importantes que pueblan la hispana tierra. Sin público no hay arte, ni política, ni religión. El mismo Dios creó al hombre para justificar su existencia, de manera que el hombre es el público de Dios.

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