Desde Simblia

Importante baldón

La inestabilidad del sistema educativo que ha acompañado este casi medio siglo ha causado un daño casi irreparable, al menos en un par de generaciones y no sólo en el campo de la ortografía

11/07/2025 a las 08:07h.

Uno de los baldones más graves del casi medio siglo de democracia que llevamos está relacionado directamente con la educación -entendiendo como tal el sistema educativo-. En este tiempo han sido siete las leyes de educación las que se han sucedido, la mayor parte ... de ellas impulsadas por el PSOE en el gobierno, lo que ha generado una notable inestabilidad en el sistema. Esa situación no ha preocupado en exceso porque los efectos, verdaderamente demoledores para cualquier sociedad, no son inmediatos y apenas perceptibles a corto plazo. Pero transcurrido casi medio siglo sus perniciosas consecuencias ya no solo asoman en el horizonte, forman parte de la sociedad en que nos encontramos insertos.

El deseo socialista de igualar, pero por abajo, minusvalorando la excelencia y reduciendo los mínimos para que el alumnado avance en el sistema educativo, aunque sus aptitudes y conocimientos no lo aconsejen, es una realidad desde hace tiempo. Uno de esos gobiernos socialista intentó, aunque se saldó con un sonoro fracaso, comprar con estímulos monetarios al profesorado que alcanzase elevadas cotas de aprobados, que no de conocimientos para aprobar.

En esta tesitura se prestó poca atención a la ortografía. Distinguir entre palabras tónicas y átonas era cuestión de minorías elitistas y las faltas de ortografía era algo poco tenido en cuenta a la hora de evaluar. Aquello de que en los exámenes de ingreso una falta de ortografía era suficiente para no iniciar el bachillerato, era una antigualla. Ha habido al menos dos generaciones de estudiantes para los que la ortografía -la correcta expresión de un texto escrito, según las normas de la Real Academia de la Lengua- perdió buena parte de su importancia. Textos escolares llenos de faltas de ortografía no eran obstáculo para «progresar adecuadamente».

He aquí que muchos de esos estudiantes han terminado sus carreras -las quejas incluso en niveles universitarios no ya sobre la endeblez de conocimientos con que se llegaba a la enseñanza superior, sino la frecuencia de las faltas de ortografía se convirtió en algo habitual que tampoco se combatió adecuadamente-. Ahora esas generaciones opositan a formar parte del profesorado del sistema educativo y se les exige un nivel de ortografía que, siendo imprescindible, les está creando no pocos problemas. Muchos de esos licenciados, ahora graduados, tienen serias dificultades para superar unas pruebas donde se exige una correcta ortografía que no se le exigió, como era debido, en sus años de estudiante.

La inestabilidad del sistema educativo que ha acompañado este casi medio siglo ha causado un daño casi irreparable, al menos en un par de generaciones y no sólo en el campo de la ortografía. Un grave baldón en una sociedad que ha experimentado mejoras sustanciales en otros ámbitos.