Primarias, primarios y primates

Después del tiempo transcurrido da la impresión de que las primarias sólo han servido para derrocar liderazgos legitimados y consolidados, en beneficio de otros intereses inconfesables. Así ocurrió en 2017 a nivel federal y más recientemente en Andalucía en 2021. Sin embargo, en Córdoba capital y provincia, por intereses contrarios, siempre se ha hurtado a los militantes el derecho a elegir libremente a sus candidatos, unas veces por directrices y otras por renuncias pactadas y componendas. Fue el caso de las primarias para las municipales de 2015 y, por dos veces, para la secretaría provincial del partido, en 2017 y 2021. En esta tesitura cabe convenir que si primarias, urnas y elecciones son justas y necesarias en determinados momentos y lugares, deben serlas en todos.

El próximo diciembre tenemos la oportunidad los militantes de Córdoba de elegir libremente a quien lidere el proyecto socialista en el Ayuntamiento. No la dejemos escapar para que otros decidan por nosotros.

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En la gama de colores se consideran primarios a los que no se pueden obtener mediante la mezcla de ningún otro color, el rojo, el amarillo y el azul. Cuando Pablo Iglesias Posse funda el Partido Socialista en 1879, lo hace para transformar la sociedad en libre, igualitaria y solidaria. Estos son nuestros valores primarios y nunca se pueden alcanzar con mezclas de otros, ni adulterarlos ni prostituirlos, por mucho que cambie la sociedad, el partido y quienes lo dirijan.

Y los primates. Orden de mamíferos, caracterizados por tener cuatro extremidades, con el pulgar oponible a los otros dedos, ojos en posición anterior, dentadura completa y mamas en situación pectoral. El género homo apareció hace siete millones de años. Desde entonces las especies y subespecies que conocemos se han ido adaptando al hábitat y el medio ambiente para garantizar la supervivencia. Salvando las distancias, es el caso que también se da en nuestro partido, donde se mutan valores, ideales, compromisos y hasta el adn si es preciso, para seguir sobreviviendo aunque sea en precario. Pero de ellos y de ellas, primates y primatas en lenguaje inclusivo, nos ocuparemos en otra ocasión. Ahora lo perentorio es desempolvar las urnas de las casas del pueblo para votar en libertad, sin miedo y sin ira.

Corolario: Con primarias, primarios y primates nos ocurre igual que a la letrilla de carnaval de mediados del siglo pasado, «tres cositas tiene Córdoba que se parecen mucho y no se tocan ná, la Campsa, la Cepansa y Casa el Panza». Pues eso.