Las tareas de Merino en el Córdoba CF

El Córdoba CF ha encajado 24 goles en 11 jornadas, lo nunca visto en la historia del Córdoba en sus 63 años de vida. Solo hay una excepción, pero fue en Primera División. Los 26 goles que había recibido en la campaña 1968-69 a estas alturas del campeonato, un curso que, precisamente, acabó con el descenso a Segunda después de siete temporadas seguidas en la élite. Con una media de más de dos goles por partido, podría irse a 90 al final.

Los vaivenes que ha tenido el equipo con Luis Carrión deben tocar a su fin. Merino tiene que encontrar un estilo de juego. Preferentemente, que dé prioridad al trabajo defensivo sobre los demás aspectos del juego. En principio, parece que llega con las ideas claras. En Oviedo utilizó un 4-4-2 con las dos primeras líneas muy juntas y replegadas. El perfil defensivo que quiere darle parece fuera de toda duda. Es fundamental ante los volantazos en la anterior etapa. Merino debe ser fiel a un modelo para conseguir a corto y medio plazo que dé resultados.

El deterioro de la relación de la grada con Carrión llegó a cotas casi desconocidas en el cordobesismo. Los pitidos del público antes de cada partido eran ensordecedores. La situación era insostenible. Por eso, Merino tendrá que conseguir que la grieta abierta de la grada con el banquillo pase a la historia. Debe ganarse el cariño que tuvieron otros técnicos como Oltra, Villa o Jémez. Viene de un resultado adverso en el debut ante el Oviedo, pero el equipo dejó buenas sensaciones. La primera impresión de cómo recibe la grada a Merino será este domingo ante el Numancia.

La plantilla del Córdoba CF ha demostrado que tiene un perfil muy bajo anímicamente. Se hunde ante cualquier contratiempo. Por eso, Merino debe recuperar la confianza de un grupo roto psicológicamente. De hecho, hay futbolistas que se han quedado fuera del equipo por no soportar la presión del entorno. El técnico gaditano es un hombre de carácter que intentará imprimir ese sello competitivo a sus jugadores. Deberá iniciar el trabajo para hacer que el equipo tenga una mentalidad mucho más fuerte.

El Córdoba CF ha perdido todos los partidos oficiales en los que comenzó perdiendo. Esa situación es insostenible para un equipo profesional de cualquier deporte. Merino consiguió, al menos, en el debut que el plantel no se hundiera tras encajar el 1-0 en contra. Ahora le queda conseguir no solo que no se hunda, sino que tenga capacidad de reacción y superación. Necesita que logre alguna igualada tras empezar abajo e incluso alguna remontada. Sin ese factor, es imposible conseguir una permanencia.

En esta misión ya dio el primer paso en su presentación. Sabe que el Córdoba no está para grandes cotas como exigen sus dirigentes. Eso del máximo rendimiento con mínima inversión se ha acabado. Merino ha puesto los pies en el suelo del cordobesismo para no llevarlo a engaños, pese a la opinión contraria de los que mandan. El nuevo entrenador ha dado un giro al objetivo. Dentro del grupo ya nadie debe hablar del play off o ascenso. Solo hay una meta. «Salir del descenso lo más rápido posible», aseguró Merino. Es el primer paso. El segundo será certificar que la permanencia es el único objetivo de la temporada.

El técnico blanquiverde no tendrá más remedio que poner sobre la mesa a los dirigentes cordobesistas que necesita refuerzos en el mercado de enero para tener las máximas garantías posibles de lograr la salvación al final de temporada. La evidencia del nivel de la plantilla después de un cuarto de competición no le deja otro margen al club que conseguir aumentar el límite salarial para dar altas. En algunos de los escenarios ya están señalados en rojo.

La dinámica que ha empezado a trazar el Córdoba en el primer cuarto de esta temporada es tremendamente peligrosa. Por eso, si queda constatado en las próximas semanas, pese al cambio de técnico, que los jugadores no dan el nivel, las reformas deberán ser importantes en enero. Sin embargo, de nada servirán si el equipo no llega vivo a esas fechas. Merino todavía tiene nueve partidos por delante hasta que se abrá el mercado. En este tiempo, debe mantenerse cerca de los puestos de permanencia si no logra una reacción para salir de ellos.