Deivid y diez más en una nueva «final»

Cuando el central se lesionó, concretamente el 17 de septiembre en el partido ante el Levante, el Córdoba aspiraba por entonces al ascenso. Al menos, sus números lo presentaban muy cerca de la segunda posición y había recuperado la fortaleza defensiva que exhibió durante la pretemporada. Incluso, hizo un sobreesfuerzo jugando ante el Alcorcón, pero después no pudo más. Pasó por un «vía crucis» de consultas médicas y estuvo cinco meses fuera. Y en todo ese tiempo el Córdoba fue a peor. Tanto que cambió sus aspiraciones a play off y después a no pasar apuros. Hoy está al borde del descenso y él vuelve a aparecer .

Y aparecerá porque quedan pocas dudas de que será de la partida. Primero, porque la baja de Cisma condiciona los planes de Carrión, ya que Bijimine está en plan «satélite»; pero también porque es necesario. Por lo tanto, alrededor de Deivid se planteará un equipo que no debe ofrecer muchas diferencias en relación a los que jugaron ante el Sevilla Atlético, incluyendo a un Kieszek que querrá desquitarse del clamoroso cante ejecutado en el Pizjuán. Como mucho, Piovaccari y Markovic, por méritos, podrían ser alternativas.

De hecho, y como es costumbre en Carrión, el Córdoba cita a todos los disponibles incluyendo a Luso , por lo que deja fuera a Caballero, Cisma y Juli, quien esta semana ha estado más entretenido dando clases de historia (o moral) al cordobesismo y explicando que esta temporada no es un fracaso. Pero su baja es por lesión, como la del resto de sus compañeros. Para completar la lista, estará Javi Galán , quien tiene ficha del filial.

Con todo, lo mejor que tendrá Carrión es a un grupo de aficionados dispuestos a morir por un sentimiento y que volverán a dejar a las claras que saben diferenciar entre el Córdoba y la gestión de la familia González . Es decir, que sólo durante los 60 segundos del minuto 54 mostrarán discrepancias.

Y es que, como no puede ser de otro modo, el partido es más serio de lo que parece. La Liga llega a su recta final en Segunda. Quedan los 10 partidos que definen un campeonato y el Córdoba se mide a un adversario que ahora se encuentra en tierra de nadie . Y ésa puede ser una gran ventaja. Incluso, de ganar podría trasladarle la presión de la sombra del descenso a Segunda B y llevarse hasta el average.

Con todo, conviene no fiarse de un Elche capaz de todo . Hace dos semanas tumbó en el Nou Estadi a un Nástic que se sentía fuerte y el pasado domingo cayó ante un Zaragoza dubitativo. En ambos casos, con marcadores contundentes. Así que es mejor no fiarse en exceso.

Además, el equipo de Toril tiene una virtud: el gol . Y por ahí tiene argumentos como el de Nino, siempre incombustible. Pero falla atrás, como falla el Córdoba . Y eso abre opciones para los dos en el partido. Eso sí, la ventaja es que ahora está Deivid, alguien en quien se puede confiar.