Caballos que marchan el 28-F

Caballerizas Reales ha sido el punto de encuentro de esta edición que ha superado el número de jinetes y enganches participantes del año anterior. La marcha ha sido posible gracias a la participación de profesionales y aficionados de diversas asociaciones y clubes de la capital y provincia, como los pintorescos «piostros» del Valle de los Pedroches.

De la provincia llegaban por ejemplo jinetes como Carlos, 12 años, a lomos de su caballo «Capote», del Club Abrevadero de Guadalcázar, quien «no ha faltado a esta cita desde que tiene su propio caballo», apuntaba su padre, también a caballo. Entre los enganches, desde un tipo limonera con un coche Faton impecable, guiado por Manuel Rico y su hija Lourdes Rico, a varias cuartas con mucha solera.

El presidente de Córdoba Ecuestre Rafael Blanco recordaba lo mucho que significan los caballos para Córdoba, tato por la tradición como por la economía pero, sobre todo, «una forma de entender la vida».

Por su parte, el vicepresidente de Córdoba Ecuestre, José Antonio Merlos, daba las gracias a los caballistas en un emotivo acto en el que se homenajeó a dos grandes personajes cordobeses del mundo del caballo. El primero de los reconocimientos fue para José Luis Artache, de 79 años fundador del Club de Enganche de Córdoba y un «embajador de la ciudad». Merlos elogió a este caballista asegurando que «cuando en los años 60 nadie iba con enganches a la Feria de Córdoba, José Luis Artache los llevaba».

El segundo homenajeado fue, en palabras de Merlos, «un hombre de campo, un mayoral, un vaquero», Sebastián Cano Muñoz, del que se destacó su valía saliendo a las principales plazas de primera.

Por su parte, el primer teniente de alcalde, Rafael Navas, valoró la repercusión que el caballo tiene en la economía y turismo cordobeses, destacando la importancia de que la marcha transcurra por calles y vías donde los visitantes son más numerosos.