El Gobierno impugna el acuerdo de PNV y Bildu contra la bandera

El Parlamento guipuzcoano, con el respaldo de las formaciones nacionalistas, aprobó el pasado 14 de diciembre una resolución en la que instaba al Ejecutivo local que preside Martin Garitano (Bildu) a colocar una placa fuera del palacio de la Diputación Foral para protestar contra la Ley de Banderas que establece que la enseña nacional ondee junto a la «ikurriña» en el exterior de los edificios oficiales. De esa forma, se pretendía burlar una sentencia anterior del Tribunal Supremo —con fecha de noviembre de 2011—, que ordenaba retirar una primera placa de repudio a la bandera colocada en febrero de 2010 en la fachada principal del edificio. A día de hoy, Garitano sigue sin dar cumplimiento a la orden del Supremo y mantiene el polémico letrero.

Después de años en los que la enseña nacional nunca se exhibió en la Diputación de Guipúzcoa, en septiembre de 2005 el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) dictó la aplicación de la Ley de Banderas. Ante la insumisión del entonces diputado general, Markel Olano, (PNV) fue el Tribunal Supremo el que se lo volvió a recordar en noviembre de 2009. Tres meses después, Olano izó la rojigualda, pero, al mismo tiempo, puso una placa en la fachada principal del edificio de la Diputación para dejar constancia de que se trataba de una «imposición».

En la inscripción se afirma que la bandera española «es un símbolo impuesto bajo amenaza de sanción, en contra de la voluntad mayoritaria». «Hay enseñas símbolos del anhelo de un pueblo. Pero cabe también que las enseñas sean impuestas por la ley de la fuerza, por la fuerza de la ley (...) He ahí la bandera, símbolo de esta situación, puesta por quien no desea hacerlo, a la que el viento ondea con ironía», reza el texto.

La colocación de la placa motivó la denuncia de la Abogacía del Estado por considerar que se trata de una «ejecución fraudulenta» de la sentencia. El Supremo le daba la razón al estimar que su colocación «implica un cumplimiento simulado de la sentencia». Ante la presión de los poderes del Estado, los grupos junteros de Bildu, PNV y Aralar decidieron promover en diciembre la moción que, según ha podido saber ABC , ha sido ahora impugnada por la Abogacía General. La petición la promovió el nuevo delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, tan solo dos días después de tomar posesión de su cargo, el 9 de enero. El recurso va dirigido a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJPV y ya ha sido notificado a las Juntas Generales de Guipúzcoa, presididas por Bildu.

Por el momento, el Ejecutivo de Garitano no ha retirado la primera placa ni ha dado pistas de si colgará la segunda, como le pidieron los junteros nacionalistas y ante las críticas de PSE y PP, que se ausentó del debate. «No vamos a hacer líos con esta historia» , apuntan a este diario fuentes próximas al diputado general de Bildu, que, no obstante, mantienen que es «anacrónico» que se les obligue —por ley— a ondear la bandera nacional, ya que «los pueblos son los que eligen sus propios símbolos».