El PP defenderá el fin de los privilegios de las pensiones de los parlamentarios

Tras afirmar que el próximo 22 de mayo «vamos a revalidar la confianza que nos han dado los españoles porque mucha gente ahora mira y siente que el PP es su casa. Serán bien recibidos, los queremos a todos, contamos con todos y vamos a gobernar para todos», ha señalado. Rajoy ha asegurado que ahora que «vienen tiempos difícíles», se va «a ver que el PP sabe gestionar en los momentos de dificultad», a lo que ha añadido que los alcaldes «van a estar a la altura de las circunstancias y ese va a ser el prólogo del próximo año». En definitiva, «vamos a ser austeros, a dar ejemplo”, empezando por el sistema de pensiones de los parlamentarios.

En esta segunda jornada de la Convención, el líder popular se ha sometido a las preguntas de los jóvenes de Nuevas Generaciones que le han preguntado sobre familia, empleo o educación. El escenario ha sido cómodo. Jóvenes entregados que no le han puesto en apuros y ante los que Rajoy ha proclamado, distendido, que el PP esta en un camino «que no ha sido fácil, pero ya está encauzado, con objetivos claros, y con un partido absolutamente unido, todos tirando en la misma dirección», sin alusiones a recientes y traumáticas crisis, como la protagonizada por el ex «general secretario» Francisco Álvarez-Cascos .

Lo cierto es que Rajoy está teniendo en esta convención el ambiente que no consiguió en el congreso de Valencia de hace tres años. El hecho de que el triunfo se acaricie eleva el ánimo y atempera, casi hasta la desaparición, la crítica.

Por eso su cita con los jóvenes ha sido relajada y tranquila, trufada de alusiones personales, en las que ha declarado su admiración por todos aquellos que cumplen su trabajo, ha hablado de tenis y ha comentado que «llamarse Mariano Rajoy para un niño de once años es complicado y posiblemente lo será más en el futuro», en referencia a su hijo mayor.