UGT, CC.OO. y CSIF retrasan al 8 de junio la huelga general de funcionarios
La necesidad de ofrecer una imagen de unidad ha pesado más que las discrepancias sobre la fecha de celebración de la huelga general en la Función Pública, decidida unilateralmente por la UGT para el día 2 de junio, sin consultar con la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF), que ese mismo día celebrará su Congreso Nacional. Por esta razón, UGT y Comisiones Obreras no han tenido ningún inconveniente en reunirse ayer con la CSIF para consensuar un nueva fecha de convocatoria de esta protesta, que ha quedado fijada para el 8 de junio.
Cuando UGT anunció el pasado jueves la fecha del 2 de junio, sumándose posteriormente CC.OO., sorprendió a la CSIF, que el día antes había sondeado a estos dos sindicatos sobre una convocatoria conjunta, pero sólo recibió largas. No fue hasta que los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, se reunieron con el presidente Zapatero cuando dieron un paso al frente. Compromisos adquiridos anteriormente hacían imposible que los principales dirigentes de la CSIF participaran de esta convocatoria.
Mesa de Función Pública
Sin embargo, al anunciarse ayer el cambio de fecha, el motivo que se alegó fue el retraso en la convocatoria de la Mesa General de la Administración Pública, así como del Consejo de Ministros que el jueves aprobará el Decreto Ley con el que se da carta de naturaleza al recorte del sueldo de los funcionarios. Los sindicatos alegan que este retraso «ocasiona el desconocimiento de los colectivos realmente afectados por la medida y todo ello afecta a los plazos legales de la convocatoria de la huelga». Pero la realidad es otra muy distinta.
No sólo se ha decidido cambiar la huelga, sino también las concentraciones que la CSIF había fijado para el día 25 ante las Subdelegaciones del Gobierno y las Delegaciones de Hacienda, que han pasado al 20. A juicio del presidente de la CSIF, Domingo Fernández, lo importante de estas medidas de presión es que «sigamos juntos, porque los trabajadores públicos no entenderían que cada uno vaya por su lado». A esta huelga general no irán sólos estos tres sindicatos, sino que también se unirán otros sectores. UGT también quiere movilizar a los pensionistas, el sindicato de Policía ya ha anunciado su apoyo y es posible que también se sumen el sindicato de enfermería SATSE, el de profesores, ANPE y el de secretarios judiciales. Igualmente, la asociación independiente de la Guardia Civil ha pedido que se permita a sus miembros no pagar las hipotecas.
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