Villarejo y el jefe de la UDEF José Luis Olivera querían destruir a un fiscal Anticorrupción y a un jefe de Mossos

La grabación de una comida celebrada el día 3 de ese mes en un restaurante de Madrid, a la que asisten ambos policías y un tercero, el inspector jefe Antonio Giménez Raso, destinado en Barcelona y salpicado en ese momento como su hermano Carlos por un caso de narcotráfico en el puerto de Barcelona –ninguno de los dos fue condenado, aunque Antonio sí fue llevado a juicio–, sugiere que el motivo de la inquina contra Martínez Madero –y por extensión contra los Mossos y todos aquellos que colaboraron con él, como el teniente coronel Alarcón de la Guardia Civil–, nace por esa investigación y la de los clubes Riviera y Saratoga . En ambas había relaciones entre delincuentes y agentes de las Fuerzas de Seguridad. Antonio Giménez Raso tiene además la condición de investigado en el caso Tándem.

En varios momentos de la conversación, de cuatro horas, parte de la cual fue desvelada ayer por ABC, los comensales se centran en diseñar una estrategia para destruir el prestigio del fiscal , que antes de dar el salto a la Oficina Antifraude había jugado un papel clave en esas dos causas. Para ello querían aprovechar la operación Pretoria, en la que estaban investigados, entre otros, un exdiputado del PSC y Maciá Alavedra y Lluis Prenafeta, ambos exaltos cargos de CiU. La trama fue condenada en 2018 por tejer una red de corrupción entre 2002 y 2009 en el área metropolitana de Barcelona para enriquecerse con operaciones urbanísticas. El caso es que Martínez Madero recibió la primera denuncia sobre ese asunto de unas asociaciones de vecinos y decidió no investigar al no ver indicios suficientes para ello . Su compañero Luis Pastor, tiempo después sí los apreciaría y se hicieron las primeras detenciones. Ese supuesto primer fallo fue la excusa perfecta para atacarle.

En un momento deteminado, en su habitual tono, Villarejo afirma que «al Madero hay que darlo hasta en la cresta», y explica su estrategia, mediática como judicial: « Estoy inoculando muy suavemente . Te lo voy a mandar –dice a Olivera–, lo de ayer y lo de hoy, para que veas cómo poco a poco se va creando». Habla de dos noticias en prensa cuyo origen se arroga y que ponen a Madero en el foco en relación con la Pretoria, apuntando que «con lo que es», pasó por alto este caso. Es un dos por uno. Quieren «desactivar» la investigación y de paso, dar al fiscal. El jefe de la UDEF añade: «Y sale el nombre».

—Villarejo : Ayer sale el nombre, y hoy sale ya que la Fiscalía descartó la denuncia de la asociación de vecinos porque faltaban datos. Y las asociaciones de vecinos dicen 'ni somos Hacienda ni somos Policía. ¿Cómo vamos pinchar teléfonos?'. Barcelona estamos hablando, donde estaba el 'querido' Madero. Entonces, en el momento en que hacen la masa del molde, ya lo demás es decir, 'oiga, qué casualidad, que hace dos años quién estaba de jefe, que rechazó el tema...'.

–Olivera : Y quién ha salido ahora...

Cuatro minutos después, Villarejo retoma el asunto, que sale varias veces a colación:

—Villarejo : Yo, como te he dicho muchas veces, tomo nota siempre de las cosas y poquito a poco voy deslizando. Estos venenos hay que inyectarlos poquito a poco para que se vaya adormeciendo la gente. Se lo he dicho yo en un rato que hemos tenido, he dicho 'tú y yo conocemos a nuestro tronco', para mi es un dato muy significativo que estando los dos en otro curro y tal, aparezca siempre el hijo puta del Madero como alguien que no se merece nada, con lo mal que se portó. Sobre todo y además me lo dijiste, con tal y coño, lo de él es una putada pero lo del hermano (Carlos Giménez Raso) ya es...

—Olivera : Contigo podía tener… y nada, pero no, no, efectivamente...

—Villarejo : Gratuitamente que es lo más aberrante y él lo sabe. Con mentalidad de camarata hijo de puta, estos camaratas que han sobrevivido a base de estudiar por la tarde. Y sobre todo porque a personas del entorno aunque él les ha dicho no te fíes de la Policía pero, coño, es que este hombre como otros le han hecho importante a este hijo de puta, este tío no era nadie. Después de hablar con Oli (Olivera) dijo, es que yo no me fio de la poli.

—Olivera : Que se fía.

—Villarejo : Por eso, que aprenda. Cuando empiece a recibir hostias, él no sabe el nivel de sutileza que… y si encima...

Pero la comida avanza, y con ella los preparativos para destruir no ya a Martínez Madero, sino también al entonces jefe de Policía Judicial de los Mossos, José Luis Trapero, hoy mayor de la Policía autonómica. En el ámbito judicial la excusa sería la supuesta protección que tanto el fiscal como la Policía catalana dispensaban al confidente que colaboró en la operación del Riviera y Saratoga, Manuel Giménez Carbajo, cuyo testimonio fue clave en la sentencia condenatoria dictada años después. Conspiran para situarle como narcotraficante y abrirle una investigación con el objetivo, además, de que la lleve a la Audiencia Nacional donde presumen tener influencia. Eso no llegaron a conseguirlo. La conversación deja poco lugar a las dudas:

—Olivera : Hacedme una nota de este tío, joder

—Villarejo : Carbajo.

—Giménez Raso : Lo único por el tema del blanqueo, yo te aseguro que con los datos que yo os he 'mandao'.…

—Olivera : Tú me das información de blanqueo y yo lo intento, lo que pasa es que habría que irse a Barcelona porque en la Audiencia Nacional difícilmente...

—Giménez Raso : Pero en Barcelona tú no puedes meter a este tío mientras el Madero...

—Olivera : No se entera el Madero.

—Villarejo : Balta te lo hace el tema, bien estructurado.

—Giménez Raso : ¿Sabes de quién es confite e íntimo amigo? Porque debe tener una confianza de la hostia y ahora come con él, con el Trapero.

—Olivera : Audiencia Nacional por tráfico de drogas.

—Villarejo : ¿Quién es Trapero?

—Giménez Raso : El jefe de Policia Judicial de los Mossos.

—Olivera : Hay que pincharlo por tráfico de drogas. (...) Me das los datos para yo ir a picarle el canuto (teléfono) pero por tráfico de drogas. Hay que picarle por tráfico de drogas. Da igual, y por blanqueo que es por lo que puede entrar en la Audiencia Nacional. que forma parte de una organización donde puede haber policías, guardias civiles, mozos, que no se qué... Me das los canutos y ahora podemos hacer un barrido.. ¿Tú tienes el teléfono de Trapero y el de Alarcón? ¿Y lo puedes traer, no? Pues éste habla con el Trapero, con Alarcón... y poco le dura.

—Villarejo : Dale esos datos a Rafa (el socio del comisario), mándaselos a Rafa y yo con los datos que ya tengo, que le he ido transmitiendo al DAO (entonces Miguel Ángel Fernandez Chico, nombrado por el Gobierno de Zapatero)... el DAO tiene info de ese tema poquito a poco.

—Olivera : Y yo intento comer un día con el Barrabás (parece que se refiere a Garzón) y digo: 'Aquí puedo meter 'palante' a los mossos y tal'. Y este lo único que quiere es prensa.

—Villarejo : Y eso es una prensa espectacular

—Olivera : Y éste (por Garzón) habla con el Madero, que no creo que hable con el Madero.

—Villarejo : Se le puede decir que Madero fue uno de los que conspiraron contra él y que en ese tema antes... Cuando tú le des la nota a él antes tiene que haber salido algo puntual del Madero donde se hable de la conspiración contra Balta para que tú le digas, 'pues yo tengo datos de eso'.

(...)

—Vilarejo : Si quieres rebótaselo a Rafa, Rafa me lo rebota a mi y yo con los datos que ya tengo… elaboro una nota que se la doy a él.

—Olivera : Hacer un poco de historia y ya está...

—Giménez Raso : Eso es lo que más daño, una de las cosas que le puede hacer daño al Madero porque este lo tiene allí de empresario y esto te lo digo yo porque está escrito. Lo trata como empresario el Madero

—Villarejo : El Balta, el fiscal.. le daría algo. Ya deslizaríamos esa nota que el madero recibe 7000 euros todos los meses y se los paga en tal sitio y luego el otro que se explique.

—Giménez Raso : Que se explique, hay que pagarle con la misma moneda.

—Villarejo : Cada semana que me veo con el tal… le voy deslizando, inoculando lo del tema de Barcelona, ¿eh?

—Olivera : Y caiga quien caiga.

—Villarejo : Caiga quien caiga...