Cae el último miembro del «zuba» que rompió la tregua

21/05/2010 a las 00:00h.

D. M. / J. P.

MADRID. Con la detención de Mikel Kabikoitz Karrera, «Ata», cae el último de los integrantes del «comité ejecutivo» de ETA -«zuba»- que dinamitó el proceso de negociación mantenido con el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero. El resto de los miembros de aquella ... dirección -Francisco Javier López Peña, «Thierry»; Ainhoa Ozaeta, «Kiliri»; Igor Suberbiola, «Txorondo», y Garikoitz Aspiazu, «Txeroki»- han sido arrestados en los dos últimos años.

ETA está pagando con una elevada factura su decisión de hacer saltar por los aires la tregua. Lo cierto es que la banda se ve forzada una vez más a completar su maltrecho «zuba», al que en este momento pertenece Iratxe Sorzábal junto a algún etarra de última generación, sin descartarse que se haya visto reforzado en los últimos tiempos por algún veterano procedente de Suramérica.

Y con la detención de «Ata» cae, también, el último «txeroki» que hasta ahora había sido elevado a la jefatura de la organización criminal. ¿Podría facilitar ello el regreso, si no de «Josu Ternera», sí de etarras que en los últimos años se han movido en su entorno, como es el caso de su propio hijo Egoitz Urrutikoetxea? Las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ABC reconocen que es aún pronto para sacar conclusiones, porque de la misma manera, la salida de los «txerokis» del «comité ejecutivo» podría dar entrada a terroristas más «descerebrados» si cabe, exponentes de una banda a la deriva.

El regreso de los «ternera» a costa de la caída de Karrera podría favorecer la actual estrategia de Batasuna, empeñada en escenificar una «apuesta por las vías exclusivamente políticas» para colarse en las elecciones. Más de un dirigente «batasunkide» se habrá visto aliviado tras el operativo de ayer.

En esta banda vapuleada, resulta complicado precisar qué etarra sustituirá al frente del «aparato militar» a Karrera, ya que en la misma operación ha sido detenido quien estaba llamado a sucederle en caso de caer en manos de la Justicia. Pero podría ser otro de sus «lugartenientes», Mikel Oronoz, experto en explosivos.