«Tenemos que reaccionar antes de que vaya a peor»

Dos años después, otra vez es necesario que el constitucionalismo se manifieste.

Ya advertimos desde SCC que si el Govern y sus ramificaciones sociales y políticas volvían a desafiar el Estado de Derecho y la convivencia en Cataluña nos iban a encontrar en frente. Y eso es lo que han hecho. En Cataluña, hemos visto cosas terribles estos días y tenemos que reaccionar antes de que las cosas vayan a peor.

¿A qué responden los episodios de violencia de la pasada semana?

Estos episodios de violencia responden a una estrategia. Una parte del movimiento independentista ejerce la intimidación y la violencia, y la otra recoge los frutos. Es verdad que esa violencia se le ha escapado de las manos a los dirigentes del movimivieno, pero en ningún caso se trata de una movimiento espontáneo. Es una violencia muy planificada. En lugares y contra objetivos muy concretos. Ni en su preparación ni en su ejecución tienen nada de espontáneo.

SCC es una entidad transversal, y por eso ha sido también objeto de críticas...

Somos plurales, como la misma sociedad. Y no mantenemos una disciplina artificial, como sí hace el bloque independentista. Respondemos mucho más al genuino pluralismo social que hay en Cataluña que los secesionistas, que actúan como si fuesen un solo hombre, pero que en realidad se apuñalan por la espalda. Nos apoya gente de ideologías diversas, con formas de pensar diferentes, también por lo que respecta a la manera de afrontar la cuestión territorial. Lo que nos une a todos es nuestro deseo de seguir viviendo democráticamente en libertad y en pluralismo.

Las manifestaciones de octubre de 2017 fueron decisivas para explicar que las calles no solo eran del independentismo. ¿Hay que volver a decirlo?

Completamente. La motivación de la marcha de este domingo, a las 12.00 horas en Barcelona, responde a una doble motivación. Primero: para dar un mensaje hacia adentro, en el sentido de que Cataluña es plural y que no es solo del independentismo, aunque se hayan apropiado del espacio público y de las instituciones. Y también para lanzar un mensaje hacia afuera, hacia el resto de España, Europa y el mundo: Cataluña no es solo las deplorables imágenes que hemos visto en las últimas semanas de personas incendiando contenedores, acosando a la policía, acosando a sus conciudadanos... Cataluña es también lo que se verá el domingo en la calle.