Condenado un etarra a 36 años de prisión por el asesinato del sargento Goicoechea

La participación del etarra en el atentado que costó la vida al sargento Goicoechea no despierta duda alguna en el Tribunal, pues existen pruebas suficientes de que era un miembro «legal» del comando y de que participó en el robo del coche que usaron el día de los hechos así como «en las vigilancias sobre la víctima , que permitieron llevar a cabo el atentado en la hora y lugar más adecuados para llevarlo a efecto». Un crimen que, además, se perpetró con alevosía «en lo que tuvo de ataque traicionero , sin conceder a la víctima posibilidad alguna de defensa». Fue Ángel Irazabalbeitia (fallecido en un enfrentamiento con la Policía Autónoma Vasca) quien se aproximó al coche de la víctima cuando estaba parado en un semáforo y le disparó dos veces a la cabeza. Testigo de la terrible escena fue un hijo del sargento asesinado, que ocupaba el asiento del copiloto.

Tampoco alberga dudas la Audiencia Nacional respecto a la salud de Martín Hernando, que ni en la fecha de los hechos ni en la actualidad presenta, como pretendió demostrar la defensa, «alteración de sus facultades psíquicas» . Durante la celebración del juicio «tuvo un comportamiento normal y equilibrado» y no dio muestras de tener dificultades para comprender «el sentido de la pena».

Además de la pena de prisión, la Audiencia Nacional ha condenado a Martín Hernando a pagar una indemnización de 700.000 euros a la viuda y a los cuatro hijos de Joseba Goigoechea.