Rubalcaba: «El PP utiliza la crisis para vender la mercancía de siempre»

Pérez Rubalcaba ha querido sumarse este sábado a la campaña electoral andaluza con un mitin celebrado en Chiclana de la Frontera (Cádiz), en el que ha advertido de que el candidato socialista, José Antonio Griñán , «será el defensor de los andaluces ante Rajoy», mientras que el candidato popular, Javier Arenas, «será el defensor de Rajoy ante los andaluces».

Rubalcaba ha señalado que «conocemos perfectamente» el proyecto del PP y «todas las mentiras que dijeron» durante la campaña electoral de las municipales y autonómicas y de las generales que llevaron a Mariano Rajoy a la presidencia del Gobierno o, por ejemplo, a María Dolores de Cospedal , a la presidencia de Castilla-La Mancha.

«Nos han engañado dos veces y Arenas no es diferente», ha asegurado tras afirmar que «hoy sabemos que la única libertad que el PP está dispuesto a defender es la del despido y el único derecho que está dispuesto a proteger es el de los empresarios a despedir». El líder socialista ha puesto como ejemplo la prueba del talón que se realiza a los bebés nada más nacer para detectar y diagnosticar enfermedades de forma temprana y así poder atenderlas con mayor éxito, una prueba que es más cara cuantas más enfermedades analiza.

En la sanidad pública andaluza con esa prueba «se hacen treinta pruebas diagnósticas y en Castilla-La Mancha, después de la llegada de Cospedal. Esa es la diferencia y no es un problema científico, es también un problema de igualdad y de ideología».

Pérez Rubalcaba ha asegurado que la reforma laboral «injusta e inconveniente» es también «ideológica» porque con ella el PP no solucionará el desempleo y la crisis y ha implantado las medidas que «los empresarios más duros» han reclamado siempre. «El PP trata de utilizar la crisis para vendernos la mercancía de siempre», ha afirmado.

Tras expresar su «respeto» por la convocatoria de huelga general de los sindicatos, ha reiterado que Rajoy «todavía está a tiempo» de dialogar con los sindicatos. «Esta no es una reforma más, es una reforma que retrotrae los derechos de los trabajadores a la época de la transición. No se puede imponer sin siquiera sentarse un minuto a dialogar», ha subrayado.