Redondo le dice a Iceta que la plurinacionalidad es la muerte de la Constitución y pide «no bailar al son del PSC»

Durante la presentación del manifiesto que ha lanzado la plataforma «La España que reúne», Redondo se ha referido a la propuesta que va a llevar el Partido Socialista de Cataluña (PSC) a su Congreso de diciembre. En ella se plantea que se reconozca a Cataluña como nación y se defiende la España plurinacional.

Nicolás Redondo ha asegurado que el PSC puede defender esta postura pero entonces, tendría que dar el siguiente paso que considera «inevitable» y es «declarar la muerte de la Constitución de 1978" y dejar de estar «zigzagueando».

« Tienen que decir si quieren esta Constitución o quieren otra «, ha reclamado el exdirigente socialista y ahora solo militante de base del PSOE.

En este sentido, ha recordado el debate «famoso» entre el expresidente de la República Manuel Azaña y el filósofo Ortega y Gasset y ha precisado que si el PSC propone que España sea plurinacional estará «tocando los límites inmateriales» que exponía Azaña en aquella conversación, «los conceptos básicos en los que se inspira la Constitución».

En cuanto a la postura del PSOE, que también ha incluido en su programa electoral del 10N la defensa de la España plurinacional, Nicolás Redondo ha reclamado que su partido no baile al son que toca el PSC , aunque Miquel Iceta sea «muy chispeante» en los mítines, en referencia a que le gusta bailar.

Según el exlíder socialista vasco, el PSOE debería dejar claro que no comparte esa posición del PSC y no actuar con «cobardía moral y política» porque lo que están planteando requiere otra Constitución.

También se ha pronunciado sobre el planteamiento que realizó el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, la semana pasada, cuando dijo que hacía tiempo que había pedido la refundación del PSOE en Cataluña.

Nicolás Redondo ha dicho que coincide con Alfonso Guerra en su planteamiento, pero ha recordado que en el Congreso del PSOE en el que se acordó el protocolo catalán, la única delegación que se opuso fue la de Vizcaya, es decir, la suya.