Mas reclama «una hacienda propia» para Cataluña

El discurso de Mas lo han seguido desde las primeras filas representantes de otros partidos como Antoni Balmón (PSC), Josep Llobet (PPC), Marta Rovira y Lluís Salvadó (ERC), Hortènsia Grau (ICV-EUiA), Joan Carretero (Reagrupament), Héctor López Bofill (Solidaritat), además de una amplia representación de Unió, con Josep Maria Pelegrí y sin Josep Antoni Duran Lleida , en Rabat.

Mas, que ha cedido a Oriol Pujol la secretaría general de CDC para pasar a ocupar la presidencia del partido, con menos poder ejecutivo, ha iniciado su discurso con una apelación a los suyos.

«Pido a la nueva dirección que en los próximos tiempos no se pierdan tres conceptos esenciales de CDC: preservar la cohesión interna del partido, no perder el sentido de partido abierto que sabe escuchar a la ciudadanía y tener presente que la vocación de CDC es representar a la gran mayoría de la sociedad», ha planteado.

Mas ha subrayado su «compromiso sagrado» para sacar al país de la crisis, reto al que CDC debe dedicar sus «principales esfuerzos». Para superar la crisis, según Mas, hace falta hacer un «reset» y «poner el contador a cero» en la búsqueda de soluciones, empezando por huir del «dinero fácil» y la especulación, ser conscientes de que el Estado del Bienestar no puede cimentarse «a base de deudas» porque eso lleva a su ruina, proyectar Cataluña en el mundo y reparar el ascensor social con educación y espíritu emprendedor.

Mas ha celebrado que en el congreso de su partido no se haya escuchado ninguna crítica a los recortes del Govern y ha prohibido que cunda el pesimismo, porque «Cataluña no vive un momento gris ni negro» y, gracias a sus «energías», podrá salir del bache.

El presidente catalán ha defendido una «nueva estrategia para seguir existiendo como pueblo», que no debe ser vista por España como una «amenaza» sino como una simple reivindicación del «derecho a existir, a ser y a progresar» de Cataluña.

«Cataluña no quiere ser borrada del mapa de las culturas, las lenguas y las naciones del mundo. No nos hemos pasado mil años de nuestra historia construyendo un país contra todas las adversidades para que ahora contemplemos, de manera pasiva y de brazos cruzados, el espectáculo de ver cómo a nosotros no se nos permite desarrollar nuestra personalidad nacional», ha proclamado.

Mas ha explicado que la «transición nacional» consiste en identificar temas de país y «construir mayorías importantes» en torno a ellos, como la que ahora defiende el pacto fiscal.

Consciente de que «no hay muchas posibilidades» de conseguir el pacto fiscal en una negociación con el Gobierno de Mariano Rajoy, ha avisado de que de todas formas «Cataluña debe construir su hacienda propia, como todos los países normales del mundo».

Mas ha eludido concretar por ahora si este 'plan b' para dotarse de una hacienda propia pasa por aprobar, en Cataluña, una ley que permita a los catalanes pagar sus impuestos a la Generalitat sin tener que pasar por la hacienda estatal.

El pronunciamiento más soberanista ha llegado en el último tramo de su discurso, tras declararse a favor de unos «Estados Unidos de Europa» en los que «Cataluña estaría dispuesta a hacer cesiones de soberanía a cambio de una Europa que pese en el mundo».

Pero si esa meta utópica de unidad europea no es posible, ha afirmado, «Cataluña quiere los mismos poderes que tiene cualquier Estado, los mismos que tienen aquellos que defienden su identidad, su personalidad, su razón de ser, su progreso y su bienestar».

«Cataluña no será más que eso, pero tampoco quiere ser menos», ha dicho Mas, que ha llamado a «construir esta gran mayoría para que pueda Cataluña tener los mismos poderes que tienen los Estados europeos».

«Hoy CDC da un paso adelante, cada vez más en sintonía con las mayorías sociales que se van organizando en Cataluña», ha dicho Mas, vitoreado por los delegados con gritos de «¡Independencia!».