Primera gran operación conjunta de los Mossos y la Policía tras la crisis secesionista

La operación policial se desarrolló, además de en Barcelona, en Madrid, Gavà, L'Hospitalet, Mataró y Cornellà, donde se realizaron diversos registros. Entre los detenidos se encuentra la mujer de Kakhaber Shushanashvili , condenado por el Supremo a 15 años de cárcel como jefe de la mafia georgiana en España y que fue arrestado durante la operación Java. Este individuo está actualmente preso en Francia, donde es acusado de asesinato.

En el doble crimen de Tarrasa murieron Gela Garishvili y Gozha Kakalashvili. Estos dos individuos ya habían sido investigados por la Policía española, desde que en 2010 se les relacionó con el asesinato en Francia del vor Vladimir Dzhemalovich , conocido como Janashia. Garishvili además había sido arrestado en la operación Java, y estaba considerado como el lugarteniente de Kakhaber Shushanashvili, auténtica cabeza pensante de la organización en España y encargado además de cuidar a la mujer del capo.

En cuanto a Kakalashvili, también se trataba de un tipo relevante porque era hermano de Khivcha Kakalashivili, detenido por el asesinato en 2012 de un vor que había asistido a una «skhodka» (reunión de jefes) en Bari organizada por la mafia georgiana.

La investigación sobre la organización desmantelada había comenzado hace casi dos años, cuando las unidades de crimen organizado y blanqueo de capitales de la Policía y los Mossos coinciden en la investigación de diferentes entramados de mafia georgiana. Se creó entonces un equipo policial conjunto, que considera que esta es una de las organizaciones criminales de origen georgiano de más antigüedad y arraigo en nuestro país, con múltiples antecedentes.

A lo largo de la investigación fueron detenidas más de 40 personas, en varias operaciones desarrolladas por diferentes unidades policiales , que conformaban células independientes pero subordinadas a la estructura ahora desarticulada y que se dedicaban al robo con fuerza continuado en domicilios y casas de Cataluña.

Con esta operación se desmonta el nivel directivo de la organización y que hacía transitar y blanquear dinero y efectos procedentes de diferentes delitos contra el patrimonio hacia estructuras superiores situadas fuera de España. El total de personas que podrían estar relacionadas con todos los hechos investigados superaría las sesenta.

Pero al margen de los resultados policiales concretos, la operación es relevante porque es la primera que Policía y Mossos hacen tras la crisis secesionista , durante la cual las relaciones entre los dos Cuerpos se tensaron al máximo. Es más; el grupo conjunto de investigación estuvo a punto de romperse, y solo la buena voluntad de los responsables policiales de las dos policías permitió seguir adelante.

Tanto la Policía como los Mossos valoraron además los buenos resultados de la colaboración anterior entre ambos Cuerpos en la lucha contra la criminalidad organizada y la gran confianza a la que se había llegado entre los investigadores para superar las tensiones creadas por la Generalitat.