PP y PSOE encuentran en Pedro Quevedo la solución para dejar a Cs y Podemos sin presidir las comisiones de investigación

Ha sido éste último grupo el que ha puesto sobre la mesa el nombre del político canario para desactivar la maniobra de Ciudadanos para hacerse con una de las presidencias, siendo la de las cajas de ahorro su primera opción. Y para evitar que fuera Podemos quien presidiese la relativas a las finanzas populares, ya que existía voluntad por parte de las dos formaciones emergentes de votarse mutuamente en sendas comisiones.

Los socialistas no pudieron rechazar la propuesta del PP de situar a Quevedo en la presidencia, ya que Nueva Canarias concurre en coalición con el PSOE a las elecciones generales. Aunque es un partido independiente y no depende jerárquicamente de los socialistas , cuentan con un acuerdo para votar en el mismo sentido en el Parlamento como norma general y los principios ideológicos de ambos son prácticamente idénticos.

Tal es así, que el portavoz socialista, Antonio Hernando, se apresuró a llamar a Quevedo antes de la reunión que los grupos mantuvieron a las 16.45 horas con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, para desbloquear la situación. Según fuentes socialistas, le pidió que acepte la presidencia de la comisión de investigación de financiación del PP «al considerar que es la única solución para desbloquear la situación».

A favor de Quevedo pesa además que es miembro de uno de los grupos minoritarios que tradicionalmente han presidido las comisiones de investigación. En la comisión del sistema financiero, el PSOE y el PP mantuvieron su compromiso de votar a Ana Oramas , desactivando así las aspiraciones de Ciudadanos. Los socialistas, además, han dejado ver su molestia con la formación naranja y con Podemos porque «en ningún momento» le consultaron sobre su acuerdo entre para votarse mutuamente en las dos comisiones.

Con la elección de Quevedo como presidente, el PP logra dos objetivos. Por un lado, agasajar al diputado canario cuyo voto necesita obligatoriamente el Gobierno para aprobar los nuevos Presupuestos Generales . Por otro, al estar Quevedo en la órbita del PSOE, los populares tienen la certeza de que el orden de los trabajos y el calendario no será excesivamente agresivo. Como instrumento de disuasión, los populares cuentan con la comisión de investigación que trabajará paralelamente en el Senado y que estará controlada por el partido mayoritario.

Al tener como objeto la inspección de las finanzas de todos los partidos, los populares pueden citar a cualquier dirigente de otra formación. Por ejemplo, al nuevo secretario general de los socialistas con la excusa del escándalo de los ERE de Andalucía. Especial daño político puede hacer esta maniobra si el nuevo líder del PSOE resulta ser la presidenta andaluza, Susana Díaz, por su cercanía al caso. Una baza que, sin embargo, los populares no podrían usar con Ciudadanos.

La falta de acuerdo obligó a posponer la constitución de las comisiones de investigación, que estaba prevista para la finalización del Pleno. Algo que tuvo lugar pasado el mediodía. Ciudadanos insistía en presidir la comisión de las cajas con Nacho Prendes porque se oponía a que Ana Oramas lo hiciese, por los vínculos de Coalición Canaria con Caja Canarias. Y estaban dispuestos a apoyar a Txema Guijarro como presidente de la comisión sobre la financiación del PP. Los de Podemos harían lo propio.

A última hora de la mañana ya se ponía de manifiesto que las ambiciones de Ciudadanos de presidir la comisión de las cajas ibaan a caer en saco roto. El pacto PP-PSOE para situar a Oramas en ese lugar era sólido. Pero no sucedía lo mismo en la comisión de investigación sobre las finanzas del PP.

Y es que en esta comisión, el integrante del grupo mixto que había propuesto el PP como presidente era el diputado del PDECAT Jordi Xuclá. Albert Rivera trató de desbaratar la jugada denunciando públicamente el pacto y la voluntad del PP de colocar en ese lugar «al partido que nos ha robado con el tres por ciento». Encontró el apoyo de Podemos, que postulaba a Guijarro. Y en ese punto el pacto PP-PSOE si parecía quebrarse, ya que los socialistas parecían más partidarios de votar a Podemos que al PDECAT.

Pero a última hora el PP ha desbaratado la jugada, alertado por la posibilidad real de ver a Podemos al frente de esa comisión. Lo ha hecho ofreciendo al PSOE a Quevedo como presidente, a quien los socialistas aceptan de buen grado por ser su socio electoral. Para ello ha habido que sustituir a Xuclá como uno de los integrantes de la comisión en representación del grupo mixto, ya que inicialmente Quevedo no era ni siquiera miembro de esta comisión.

Ciudadanos lo ha definido como «un pasteleo» de PP y PSOE para «controlar dos comisiones que le son incómodas», mientras en Podemos se destacaba que cuando ha tenido que elegir el PSOE ha optado por un acuerdo con el PP y no con ellos y con Ciudadanos.

Para más complicación, Quevedo no se encontraba en Madrid, por lo que existían dudas de que se pudiera constituir la comisión sin el que iba a ser su presidente. Existía un vacio en el reglamentó al respecto. Aunque la voluntad de todos los partidos de no demorar más la cuestión provocó que la comisión arrancase sus trabajos sin su presidente.