El PP apela al PSOE «sensato» para alejar a Sánchez de Iglesias

En la reunión se escucharon sus argumentos, pero el líder del PP , Pablo Casado , optó por confrontar desde el principio un preacuerdo que podría significar la entrada de Podemos en el Gobierno de España. En el PP preocupan mucho algunas de las posiciones de este partido en economía o frente al desafío separatista catalán, pero también los aliados con los que tendría que contar el primer ejecutivo de coalición a nivel nacional: las abstenciones de ERC y de EH Bildu son claves para la investidura.

En Génova sentó muy mal que Sánchez no llamase a Casado y que cerrase un pacto, antes de hablar con el PP, con Unidas Podemos. Hace solo unas semanas, el secretario general del PSOE sostenía que «el 95 por ciento de los españoles» , él incluido, no dormirían bien con Podemos en el Gobierno.

Los populares son conscientes de que la pelota está en el tejado de Sánchez y de que es estéril hacerle una oferta mientras se empeñe en mirar a Unidas Podemos y a los nacionalistas . Por ello, el barón Alberto Núñez Feijóo apeló ayer en una entrevista concedida a ABC a los propios socialistas. Solo desde dentro es posible parar la coalición con Podemos, por lo que el presidente de la Xunta de Galicia reclamó al PSOE que «pare» el abrazo entre Sánchez e Iglesias y pida a su líder una llamada a Casado.

En la misma línea se pronunció ayer el vicesecretario de Participación del PP, Jaime de Olano , quien imploró al «PSOE sensato» que exija a Sánchez «romper» con Podemos antes de que sea tarde para el país. En una rueda de prensa en Lugo, informa Ep, cargó contra la palabra de Sánchez y su «ejercicio de travestismo político» al pactar una coalición con el mismo partido que le quitaba el sueño.

Aunque son minoritarias, ya hay voces discordantes en el PSOE. Juan Carlos Rodríguez Ibarra , expresidente de la Junta de Extremadura, amenazó la semana pasada con dejar la militancia si se concreta el pacto «Frankenstein»; mientras que el expresidente del Gobierno Felipe González admitió sentir «orfandad representativa» tras la última deriva de Sánchez.

Barones de peso como Emiliano García-Page o Javier Lambán también han cuestionado el actual marco en el que negocia el PSOE. El líder socialista en Castilla-La Mancha recordó «los problemas de sueño» que le dio Podemos a él la anterior legislatura, cuando tuvo que aceptar su entrada en el Gobierno regional para evitar un adelanto electoral; y su homólogo en Aragón instó a Sánchez a no olvidar en la formación de gobierno a los millones de catalanes no independentistas.

«Es una buena noticia que algunos dirigentes socialistas estén levantando la mano y pidiendo un poco de cordura», celebró ayer el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado . En declaraciones a la prensa antes de acudir a las actividades previas a la Copa Davis de tenis, el secretario de Política Autonómica de Cs advirtió de que España «irá a peor» si los extremos son la llave de la gobernabilidad.

Inés Arrimadas y José Manuel Villegas dijeron ya el pasado martes que Sánchez aún estaba «a tiempo» de rectificar y virar hacia la moderación, y ayer lo repitió Aguado. En su partido, ya antes de las elecciones en las que cayeron de los 57 a los diez escaños, hicieron del desbloqueo su principal promesa electoral. Aunque este pasaba por un entendimiento, «un gran acuerdo nacional» , entre el PSOE, el PP y Cs; no por un cheque en blanco.

«El PP tiene que entender que hay que ser útil y que de nada sirve el bloqueo institucional», aseveró Aguado, trasladando también la presión a los populares y olvidando que tras el 28-A Cs mantuvo su «no es no» a Sánchez empujándole en su dirección actual.