¿Es posible un pacto como en Portugal tras el 20-D?

¿Es posible que un pacto entre los partidos perdedores evite que gobierne el más votado? Según la última encuesta de GAD3 para ABC , el PP ganaría las elecciones con 127 escaños , lejos de los 140 a los que aspira y aún más lejos de los 176 necesarios para formar gobierno. De cumplirse estos pronósticos, Rajoy necesitaría el apoyo de los 56 diputados de Rivera para repetir en La Moncloa. Pero si Ciudadanos decide unirse con los previsibles 89 parlamentarios del PSOE y los de Podemos podría darse un situación inédita desde la Transición: que el partido ganador quede fuera del Gobierno. Mientras Ciudadanos sigue jugando al despiste, PSOE y Podemos no descartan pactar entre ellos . Es lo que el PP insiste en llamar una «coalición entre perdedores».

A juicio del politólogo Alberto Penadés , esa expresión no deja de ser una estrategia política para debilitar a la oposición, pues «el sistema parlamentario produce las mayorías que quiera». Si hasta ahora no se ha planteado la opción de un gobierno de coalición es, entre otros motivos, por el fuerte bipartidismo de PP y PSOE, sostenidos por un sistema político que cuenta con una «serie de refuerzos al partido ganador, y, dentro de él, a su líder». Eso ha llevado a que España haya funcionado en estas décadas como un «sistema mayoritario», con un partido gobernando con mayoría absoluta o con una cómoda mayoría simple.

Según Penadés, si la fórmula de la coalición se estrena en la próxima legislatura será difícil que haya tres partidos. «Supongo que habrá una coalición de dos, qué dos no lo sé. Una coalición en minoría puede gobernar (por ejemplo PSOE-Ciudadanos) en tanto en cuanto es imposible que PP y Podemos se pongan de acuerdo para derribarla », explica.

A un mes de las elecciones, Portugal se enfrenta a una situación marcada por los pactos postelectorales. El conservador Pedro Passos Coelho ganó las elecciones con 9 diputados menos de los necesarios para la mayoría absoluta, pero el socialista António Costa llegó a un acuerdo con la izquierda para impedirle gobernar. Aun así, el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, decidió encargarle a Passos Coelho formar Gobierno. La mayoría de izquierdas forzó la dimisión del Ejecutivo en minoría con una moción de rechazo.

«En Portugal, el presidente designa al primer ministro, aquí el Rey propone y las Cortes aprueban. Cavaco Silva designó como primer ministro al conservador pese a que la izquierda ya tenía un principio de acuerdo; el Rey no haría eso aquí», dice el politólogo consultado. «En Portugal es más fácil tumbar a un Gobierno, pues no hay moción de censura constructiva: los que votan en contra no tienen que estar ya de acuerdo en el sustituto», añade.

Si en España nunca ha habido un Gobierno de coalición en La Moncloa y en Portugal viven una situación inédita en 40 años, otros países lo viven con normalidad. En Finlandia ha habido alianzas de hasta seis partidos, en Dinamarca hace más de cien años que ninguna formación consigue una mayoría absoluta y en Bélgica hay pactos de todo tipo. Incluso en el Reino Unido , el modelo clásico del sistema mayoritario, David Cameron tuvo que incluir en su Gobierno a los liberales en la anterior legislatura.

Las comunidades autónomas no han tenido más remedio que llegar a acuerdos para poder formar gobierno donde no han logrado mayoría absoluta. En algunos casos, como Madrid o Murcia, los votos de Ciudadanos han sido necesarios para las investiduras de los presidentes, aunque sin llegar a un pacto de coalición. En Castilla-La Mancha o Extremadura el partido clave ha sido Podemos. Pero en la Comunidad Valenciana, donde el PSOE se ha unido a Compromís, y en Canarias, con la unión entre Coalición Canaria y socialistas, se han llegado a coaliciones de gobierno. «En las comunidades autónomas nos estamos acostumbrando a ver coaliciones», explica Penadés, «en parte porque los sistemas autonómicos tienen menos al "presidencialismo" o al mayoritarismo"».