Las polémicas de Ada Colau

El mandato arrancó anunciando un plan de depuración de los símbolos monárquicos en la ciudad, a lo que siguió un plan turístico contrario a la libertad de empresa y una entrega de premios que se convirtió en una ofensa al catolicismo. No había tenido hasta ayer ningún encontronazo con el Ejército; a esa casilla ya le puede poner la cruz.

Estas son las polémicas que ha protagonizado la alcaldesa de Barcelona en los primeros meses de su mandato:

Al mes de ser alcaldesa, Colau ordenó retirar el bustó de Juan Carlos I del Salón de Plenos. Al no ser ya Rey, era «una anomalía», argumentó. El PP y Ciudadanos tacaharon la retirada del busto de «pantomima» y el PSC criticó la «unilateralidad» de la decisión. El exalcalde Xavier Trias, de CiU, le recordó a Colau que el busto estaba debajo de un retatrato de Alfonso XIII y de la Reina Regente, «que lo sepa»: «Igual lo tiene que quitar para quedarse descansada». Meses después, sacó adelante una medida para depurar los símbolos monárquicos.

Impulsó una moratoria para frenar los hoteles en la ciudad , pero tuvo que corregirla para evitar problemas con las promotoras. El Ayuntamiento de Barcelona temió perder los 26 recursos que admitió el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y tener que pagar unas indemnizaciones millonarias. Ahora, la alcaldesa Colau pretende que las nuevas plazas estén lo más alejadas posible del centro de Barcelona.

Un polémico poema cerró la entrega de premios Ciudad de Barcelona. La obra mezclaba religión con contenidos sexuales . «Lo que algunos medios han llamado "Padrenuestro blasfemo" o "Padrenuestro sexual" era en realidad una "Madrenuestra" que cantaba a la vida y a la libertad», respondió Colau a quienes consideraron que la obra era una blasfemia y una ofensa gratuita. «Desde el máximo respeto a las creencias de cada uno, quiero defender a la poetisa que, sin intención de ofender a nadie, utilizó "la plegaria" como forma metafórica para recordar el poder creador de la "madre", en contraste con la represión de una cultura patriarcal que aún hoy sufrimos»

Pese a que hubo tiempo para evitarlo, las reuniones que tuvo con las plantillas de Metro y autobús no consiguieron anular las huelgas previstas. Barcelona vivió cuatro días de atascos y casos en el transporte en su semana con más proyección internacional.