Podemos, relegado al «cielo»... del Congreso

Una decisión de PP, PSOE y Ciudadanos coloca a los diputados de esta formación, tercera fuerza política, en la zona más alta del Hemiciclo

M. R. CASTRO/S. MEDIALDEA

26/01/2016
Actualizado 27/01/2016 a las 04:06h.

Del «asalto a los cielos» ... al «gallinero» del Hemiciclo del Congreso: los 65 diputados de Podemos y las formaciones territoriales que le acompañaron en las elecciones y ahora forman parte de su grupo palamentario se tendrán que sentar en la parte más alta de ... la Cámara, por decisión de PP, PSOE y Ciudadanos , que así lo votaron este martes en la Mesa del Congreso. La decisión no gustó nada al partido de Pablo Iglesias, que probablemente tampoco quedaría muy contento con los comentarios que sobre esta situación realizaron, no sin cierto cinismo, algunos de sus compañeros de Hemiciclo de otros grupos, a medio camino entre la incomprensión y la regañina.

La Mesa del Congreso, órgano de gobierno de la cámara, decidió que PP y PSOE se mantendrían en sus puestos tradicionales, ocupando los hemiciclos de la zona derecha e izquierda, respectivamente. En la central, justo encima del banco azul reservado al Gobierno, se situarán los 6 diputados de PNV. Y al lado de estos, los 40 de Ciudadanos.

Como las protestas de Podemos arreciaron , le llovieron contestaciones de otros diputados. Por ejemplo, Ignacio Prendes (Ciudadanos), secretario segundo de la Mesa del Congreso, consideró el debate sobre las bancadas ocupadas «totalmente secundario» porque «todos los escaños tienen la misma dignidad» y desde ellos se puede realizar «el mismo trabajo político».

Por su parte, el portavoz de Democracia y Libertad (DL), Francesc Homs, echó la culpa a Podemos de lo ocurrido, por no haber peleado por tener más puestos en la Mesa del Congreso. En este organismo, PP tiene tres puestos, y PSOE, Ciudadanos y Podemos cuentan con dos cada uno de ellos.

«Las cosas en la vida vienen de d ecisiones erróneamente tomadas en su momento», reprochó Homs, quien añadió que Pablo Iglesias «jugó mal las cartas» cuando pidió cuatro grupos parlamentarios y no quiso negociar puestos en la Mesa. Al final, «no ha conseguido nada» y no tiene fuerza en la Mesa que es, como órgano gestor de la Cámara Baja, «lo más importante en la vida parlamentaria» porque «indirectamente condiciona muchas cosas».

Sólo ERC pareció entender el enfado de Podemos. Su portavoz, Joan Tardá , dijo entender que «la lógica» marcaba que las formaciones más grandes -con más escaños- tuvieran una ubicación «mejor», y de no ocurrir esto -como es el caso-, sería «injusto». Desde este mismo grupo ,su portavoz adjunto, Gabriel Rufián, consideró «infantil» que la Mesa pretendiera «esconder lo que no gusta, como si así no existiera».