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Pedro Sánchez despeja las «concesiones» al separatismo con el comodín de la corrupción del PP

El presidente del Gobierno se abre a reunir la mesa de diálogo en cuanto lo pida la Generalitat y a estudiar la propuesta del PNV para modificar la ley que regula el CNI

Margarita Robles insiste en que el cese de Paz Esteban al frente de los servicios de inteligencia fue tan solo «una sustitución»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sesión de control del Congreso Efe / Vídeo: Sánchez recuerda al PP su «condena por corrupción» - EP
Juan Casillas Bayo

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Nueva sesión de control al Gobierno en el Congreso , pero mismos mensajes que la semana pasada. El caso Pegasus ha copado de nuevo las preguntas de la oposición al Ejecutivo y este ha respondido de igual forma: buen tono ante sus socios, ataques constantes al PP por su corrupción en el pasado. Pedro Sánchez ha dado el pistoletazo de salida en su respuesta a la secretaria general de los populares, Cuca Gamarra , y le han seguido todos los ministros.

Gamarra, en un intento de despejar las «muchas incógnitas» que todavía rodean al cese de Paz Esteban al frente del Centro Nacional de Inteligencia ( CNI ), ha preguntado a Sánchez qué tipo de relación existía entre él y los independentistas investigados con autorización judicial por los servicios de inteligencia, habida cuenta de que en enero del 2020 las dieciocho abstenciones de ERC y de EH Bildu fueron clave para su investidura. Como presidente, ha señalado Gamarra, Sánchez debía de estar al corriente del uso de Pegasus para intervenir los móviles de líderes separatistas.

Como si oyera llover, y de igual modo que el miércoles pasado, Sánchez ha ironizado con el parecido entre «el nuevo PP» y el anterior. Pablo Casado , ha recordado el secretario general del PSOE , ya le iba a preguntar algo muy similar el pasado 23 de febrero, en su última intervención ante el Pleno del Congreso . «Ustedes solo siembran discordia», ha atizado Sánchez, momentos después de comparar la actuación del PP en Cataluña enviando «piolines» -por el despliegue policial para frenar el referéndum ilegal del 1-O - con la de su Gobierno, gracias al cual, según él, ha podido volver a jugar allí la Selección nacional de fútbol.

Sin entrar al trapo, la número dos del PP ha tachado de «auténtico disparate» que Sánchez sacase adelante su investidura, precisamente, con aquellos que su Gobierno estaba investigando «por ser una amenaza para España». Mostrando una foto del encuentro entre Sánchez y el anterior 'president' de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra -obligado a abandonar el cargo al ser inhabilitado por desobediencia a la Justicia-, Gamarra ha querido saber si Sánchez abortó el espionaje a los separatistas tras ser investido o tras su reunión con Torra. «¿Qué le va a entregar en su próxima reunión al espiado Pere Aragonès ?».

Sánchez, haciendo caso omiso de las cuestiones de Gamarra, ha incidido en sus críticas a los casos de corrupción de los populares: «Se vanaglorian de ser el PP de hoy, que es distinto del PP de ayer. Ustedes se parecen más al PP de anteayer. Porque al PP de ayer lo fulminaron por desvelar casos de corrupción de la presidenta de la Comunidad de Madrid. El PP de anteayer era el preocupado de tapar su corrupción con [el excomisario José Manuel] Villarejo ».

Ni Policía ni Guardia Civil tienen Pegasus

El presidente, tras su cara a cara con la secretaria general del PP, ha respondido a sendas cuestiones, también relacionadas con Pegasus, del portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban , y de su homóloga en EH Bildu, Mertxe Aizpurua . Con ellos, paciencia y tono conciliador. Esteban le ha preguntado si la Policía Nacional o la Guardia Civil disponen del 'malware' Pegasus, algo que ha negado el jefe del Ejecutivo, y le ha implorado que se abra a estudiar la proposición de ley que registró este martes el PNV para reforzar el control judicial sobre las acciones del CNI. Sánchez, sin prometer nada concreto, sí le ha asegurado que el Gobierno está «dispuesto a escuchar cuantas propuestas sean planteadas en aras de mejorar la confianza».

Esa confianza también la quiere restablecer Bildu, convertido en parte de la 'dirección del Estado' pese al 'nunca jamás' de Sánchez. Aizpurua ha dejado claro que pese al malestar causado por el caso Pegasus, su voluntad es «recuperar y reforzar la mayoría progresista» en la Cámara Baja. Los votos de su coalición, que integra a Sortu, heredero de la ilegalizada Batasuna, antiguo brazo político de la extinta banda terrorista ETA, ya fueron decisivos para permitir al Gobierno aprobar su plan anticrisis vía decreto.

El dirigente socialista, como si su interlocutora militase en ERC en vez de en Bildu, le ha trasladado que está dispuesto a reunirse con Aragonès y a que se celebre una nueva cita de la 'mesa de diálogo' en cuanto la Generalitat de Cataluña quiera. Aizpurua, recogiéndole el guante, le ha invitado a promover «diálogo y derechos sociales», ha dicho, para «poner freno al auge de la extrema derecha ».

Los ministros, también contra el PP

Pegasus ha salido a colación también en las preguntas a la ministra de Defensa , Margarita Robles , al titular de Interior , Fernando Grande-Marlaska , y al de Presidencia , Félix Bolaños . Los tres, como también ha hecho por otros asuntos la ministra de Hacienda , María Jesús Montero , han aprovechado para atacar al PP, bien por su reciente cambio de dirección, bien -y sobre todo- por su corrupción pasada.

Robles, para más inri, ha insistido, preguntada por el popular Antonio González Terol , en que Esteban no fue cesada al frente del CNI, sino que fue «sustituida» por Esperanza Casteleiro para «dar un empuje» al buen funcionamiento de los servicios de inteligencia. «El PP no entiende qué hace todavía ahí sentada», le ha reprochado a la ministra González Terol, a lo que ella ha respondido: «¿Por qué cambiaron al señor Casado? ¿Y al secretario general? ¿Qué pasa? ¿Que el PP no estaba funcionando correctamente?».

A Ignacio Gil Lázaro , de Vox , también le ha recordado Robles que cambió el azul del PP por el verde de su nuevo partido, después de que el diputado la haya acusado de estar «contaminada por el virus del sanchismo»: «la mentira y la traición». La popular Ana Belén Vázquez , en una pregunta al ministro Grande-Marlaska, ha vinculado el cese de Esteban con el hecho de que el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián , pidiese su cabeza. «Si había que cortar cabezas -ha dicho Vázquez-, era la de usted y la del señor Bolaños». El titular de Interior ha optado por contraponer su respeto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado frente al de los populares, que «rompían ordenadores» para destruir pruebas, ha apuntado en alusión al caso Bárcenas .

En la misma línea ha contestado a Ana María Beltrán (PP) el ministro Bolaños, después de que esta le pidiese su dimisión por su «misión» de «salvar a Sánchez». «Con ayuda de la mal llamada policía patriótica, ustedes pudieron salir indemnes. Es escalofriante lo que hicieron. ¿Y viene aquí a dar lecciones? No pueden abrir la boca mientras no regeneren su partido», ha espetado el ministro de Presidencia, esta vez en referencia a la operación Kitchen .

En un tono menos aguerrido, Bolaños ha instado a Inés Arrimadas ( Ciudadanos ) a mantener a su partido en el centro porque no tiene hueco «entre la derecha, la extrema derecha y la derecha extrema». Arrimadas, en un intento de anticipar su respuesta, le había aconsejado que no defienda «las barbaridades de Sánchez» -como llamar «piolines» a quienes defendieron a los catalanes- por si le pasa como a otros ministros que atacaban a su partido con «vehemencia y chulería» y que vieron cómo los «apuñalaban por la espalda».

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