Ocho etarras con enfermedades graves están en prisión atenuada

Instituciones Penitenciarias señala asimismo que la ley establece la excarcelación de presos por razones de enfermedad grave y dice que «el control de los mismos a través de diversos dispositivos supone una cautela añadida».

Además, añade que en todos los casos el juez central de Vigilancia Penitenciaria «ha dictado una resolución que acuerda que los presos cumplan condena con estos sistemas de control».

El último etarra en ser excarcelado con pulsera fue Juan Pablo Diéguez Gómez (desde el pasado 20 de enero) el pasado 20 de enero. Antes salieron el fundador de Herri Batasuna y exalcalde de Bergara José Luis Elkoro Unamuno (octubre de 2010) y Juan José Rego Vidal , el etarra que intentó matar al Rey, (febrero de 2010). En 2009 lo hicieron la exdirigente y pistolera del «comando Madrid» Belén González Peñalba , Miguel Ángel Gil Cervera , alias «Kurika» y Bautista Barandalla Iriarte , que por su estado de salud se había convertido en emblema para exigir la excarcelación de los reclusos etarras enfermos. Les precedieron en 2008 María Dolores Gorostiaga, con cáncer de pecho y Ángel Carlos Figueroa Fernández , que sufre una grave epilepsia.

Otro preso etarra, Mikel Ibáñez Oteiza, estuvo en prisión atenuada desde el 10 de septiembre de 2010 hasta su fallecimiento el pasado mes de abril.

Instituciones Penitenciarias asegura que, «en cumplimiento de lo dispuesto por la Ley para los presos que padecen enfermedades graves, entre 1996 y 2004 -mientras gobernaba el PP- fueron excarceladas 22 personas vinculadas a la organización terrorista».