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El guardia civil que vigilaba el cuartel en el que atentó Josu Ternera: «No tuvieron compasión»

«La detención es un gran alivio y supone una tranquilidad para mí y para todos los españoles de bien»

Miembros del grupo de rescate trabajan en el desescombro de la casa cuartel de la Guardia Civil destruida por un coche bomba de ETA, en 1987 Javier Cebollada

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Pascual era el guardia civil que la madrugada del 11 de diciembre de 1987 custodiaba la entrada de la casa cuartel de Zaragoza cuando la explosión de un coche bomba cargado con 250 kilos de amonal desguazó el edificio llevándose por delante ... las vidas de once personas –seis de ellas niños– y casi la suya. De hecho, cuando el Renault 18 de los terroristas estacionó a pocos metros de la puerta principal del complejo, fue él quien salió a decirles que se fueran, que ahí no se podía aparcar, pero los etarras salieron corriendo delante de sus ojos para ponerse a salvo. Aquel vehículo cargado de muerte, recuerda, echaba humo antes de explotar.

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