Margarita Robles censura a Pablo Iglesias por hacer uso «particular» del viaje del Rey

Además de firmar un manifiesto desde esa capital, junto con los líderes mundiales de la izquierda bolivariana , contra lo que ellos llaman el « golpismo de la ultraderecha », Iglesias mantuvo un encuentro con los candidatos de esa tendencia a las elecciones presidenciales de Ecuador y Perú.

Asimismo, concedió una larguísima entrevista al medio argentino kirchnerista «Página 12» en la que lanzó varios misiles contra España y trasladó una pésima imagen en el exterior . Primero, arremetió contra la Monarquía : «La República es un horizonte, un proyecto de futuro», afirmó antes de acusar a Don Juan Carlos de haber «huído» del país. Después, continuó con sus ataques a la libertad de prensa : «La mayor amenaza para nuestros sistemas democráticos es la ultraderecha golpista y el comportamiento de determinados poderes mediáticos que desprecian la verdad», sentenció.

Además, en la entrevista, criticó que en España «haya dirigentes políticos populares en la cárcel», en alusión a los líderes del «procés». Y también hizo suyas las tesis del régimen bolivariano para acusar al opositor venezolano Leopoldo López , que tuvo que buscar refugio en España, de no haber «apostado por las vías democráticas y pacíficas de su país».

Ayer, mientras tomaba tierra en Torrejón de Ardoz el avión oficial que traía de vuelta a España al Rey y a Iglesias, la ministra de Defensa se desvinculó de las actividades «particulares» del vicepresidente del Gobierno. Margarita Robles recordó que el «objetivo del viaje» a Bolivia era asistir con la «máxima representación», encabezada por el Rey a la toma de posesión del nuevo presidente, Luis Arce.

En declaraciones a Antena 3, recogidas por Europa Press, la ministra de Defensa destacó que Iglesias iba «como invitado especial» a la toma de posesión de Arce. Lo cierto es que el líder de Podemos había sido invitado personalmente por Arce para que asistiera a la ceremonia, sin embargo desde Moncloa se insistió ante los medios de comunicación en vísperas del viaje en que Iglesias viajaría como vicepresidente del Gobierno, y no como invitado personal de Arce.

Aunque Iglesias concedió la polémica entrevista a «Página 12» desde Madrid, antes de partir a La Paz, Robles admitió ayer que en esos viajes se puedan producir entrevistas en las que cada dirigente político puede realizar «sus propuestas». No obstante, reiteró que «lo que luego haya hecho el vicepresidente Iglesias le compromete a él» y es «al margen» del objetivo del viaje, que no era otro que asistir a la mencionada toma de posesión.

Frente al uso partidista que hizo Iglesias del viaje del Rey, Robles se definió a sí misma como una persona «absolutamente institucional». «A mí siempre me van a encontrar en el lado de las instituciones, en el lado de la Constitución y creo en defender a la Jefatura del Estado y la Monarquía. Primero, porque lo dice la Constitución y segundo, por convicción; pero porque además es importante que España tenga una proyección internacional de solidez, de seriedad y eso, sin ninguna duda, lo dan nuestras instituciones», manifestó.

Robles también censuró los ataques a la prensa que hizo Iglesias . Por el contrario, la ministra defendió «sin matices» la libertad de prensa y la libertad de información. En su opinión, el llamado « Comité de la Verdad » «no se ha explicado bien», pues el objetivo de esta orden ministerial es frenar las desinformaciones que se difunden de manera organizada y maliciosa para cuestionar las instituciones democráticas.

Según la ministra, a «ningún» gobierno le corresponde «velar por lo que dicen los medios de comunicación» y no se puede entender la democracia sin la libertad de prensa. Son «los medios de comunicación los que, en su opinión, desde su responsabilidad, vigilen y valoren si las noticias que están publicando si están contrastadas» o no. «Eso es esencial y básico. La libertad de información y la libertad de prensa no la puede tocar ningún gobierno», afirmó.

Al margen de las informaciones que publican los medios, la ministra se refirió a las noticias falsas que determinados agentes estatales extranjeros o no estatales difunden de forma maliciosa para cuestionar las instituciones democráticas. Ante eso, los países están «desarmados», advirtió, y la desinformación es un «arma híbrida» ante la que «cualquier gobierno» debe estar preparado. «Ahí están los servicios de inteligencia, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los jueces, pero no es bueno mezclar una cosa con otra», insistió.

Frente a los ataques de Iglesias, la ministra fue tajante: los Gobiernos deben protegerse frente a la desinformación, pero la libertad de prensa es «un bien intocable, sagrado, que no se puede tocar en ningún caso, y son los periodistas los que ante una noticia falsa deben hacer una valoración» .