Manuel Valls, junto a Aznar, advierte de que «no hay alianza posible con los populismos»

Aznar no ha querido decir ni media palabra a los medios de comunicación, ni siquiera cuando se le ha preguntado por las elecciones primarias en el PP . El expresidente, muy sonriente junto a Valls, tampoco ha querido aclarar si es uno de los afiliados inscritos para poder elegir al próximo presidente nacional del PP. La exalcaldesa de Madrid Ana Botella sí ha explicado, en cambio, que ella está inscrita y votará, aunque no ha dicho a quién.

El año pasado, Aznar eligió a Albert Rivera para la misma clausura , y en esta ocasión ha apostado por alguien al que Ciudadanos quiere proponer como candidato. El discurso de Valls ha estado centrado en los riesgos que tiene Europa por delante, sobre todo los populismos y separatismos.

Valls ha subrayado «que no hay alianza posible con los populismos », por una cuestión de valores, no por razones políticas. Y los valores que él ha defendido son los de Europa como civilización y los de la democracia.

El político francés, que se encuentra en plena gira de conferencias por España , ha defendido la necesidad de luchar con el populismo, que se alimenta de las desigualdades en la sociedad, provocadas por la globalización, y por el miedo a perder la identidad.

Sobre el separatismo , otro de los grandes peligros europeos, ha remarcado que «no tiene futuro en Europa». «Ya somos muchas naciones, si seguimos partiendo no quedará nada». A su juicio, los separatismos se hacen fuertes porque no «hay un contrarrelato, y no se ponen valores ante ellos». «Como los grandes partidos renuncian a su relato, prosperan los populismos y los separatismos».

Valls ha señalado la importancia que tendrán las elecciones europeas del año que viene, y ha advertido de que los populistas pueden convertirse en la segunda fuerza en el Parlamento europeo. «Pueden ganar, los que no lo creen se equivocan. Los populistas, a izquierda y derecha, pueden unirse, como se ha visto en Italia».

Respecto a la inmigración , ha destacado que la presión actual no es nada comparada a la que se puede producir en unos años en Europa, pues la población de África se duplicará en 2050. En esa situación, ha defendido que se actúe con «trabajo y democracia» en el continente africano.