El líder del Polisario, Brahim Ghali, evoluciona favorablemente y ya está fuera de la UCI en Logroño

Su estado era muy grave. Ingresó directamente en la Unidad de Cuidados Intensivos. Gali llegó al hospital acompañado por un médico extranjero, probablemente argelino, y por un familiar.

Aunque no hay información oficial ni se divulgan los partes médicos, Brahim Ghali evoluciona favorablemente. El pasado viernes a mediodía fue dado de alta en la Unidad de Cuidados Intensivos .

Su verdadera identidad fue revelada cuatro días después. La revista francesa 'Jeune Afrique', con excelentes contactos en los servicios secretos marroquíes, descubrió que aquel paciente que había merecido tantos desvelos por parte de las autoridades sanitarias era en realidad Brahim Ghali, jefe del Frente Polisario y presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática.

Desde entonces, la situación en el hospital, con las visitas restringidas por el coronavirus, es tranquila, sin que ni trabajadores ni pacientes hayan visto alteradas su rutinas. No obstante, en varias ocasiones se ha advertido una presencia policial discreta en el entorno del centro sanitario, con agentes de paisano repartidos por la zona , confundidos entre la población local que acude a ponerse la vacuna o a someterse, en el parking vecino, a las pruebas de antígenos.

Tras el revuelo provocado en Marruecos, el Gobierno español acabó confirmando secamente que se había decidido acoger a Brahim Gali «por razones humanitarias» y apostilló que la utilización de un nombre falso se debía exclusivamente a «motivos de seguridad».

Sin embargo, las explicaciones no convencieron ni a las autoridades marroquíes ni a las víctimas del Frente Polisario , que reclamaron su inmediata puesta a disposición de la Justicia española. Algunas de ellas llegaron a burlar el confinamiento perimetral todavía en vigor para manifestarse a las puertas del hospital riojano.

Fue el caso de Lemadla Salem, nacida en los campos de refugiados de Tinduf (Argelia), residente en Alicante y con nacionalidad española, que el pasado 1 de mayo desplegó una pancarta frente a las puertas de acceso del centro sanitario para reclamar el procesamiento de Ghali. Lemadla aseguraba que su padre, al que no llegó a conocer, murió encarcelado en una prisión del Polisario sin que la familia llegara a conocer los cargos de los que se le acusaba. Mientras narraba su historia, varios policías de paisano la estaban vigilando y luego interrogaban e identificaban a quienes habían hablado con ella.

Fue el caso de Lemadla Salem, nacida en los campos de refugiados de Tinduf (Argelia), residente en Alicante y con nacionalidad española, que el pasado 1 de mayo desplegó una pancarta frente a las puertas de acceso del centro sanitario para reclamar el procesamiento de Ghali. Lemadla aseguraba que su padre, al que no llegó a conocer, murió encarcelado en una prisión del Polisario sin que la familia llegara a conocer los cargos de los que se le acusaba. Mientras narraba su historia, varios policías de paisano la estaban vigilando y luego interrogaban e identificaban a quienes habían hablado con ella.

Fue el caso de Lemadla Salem, nacida en los campos de refugiados de Tinduf (Argelia), residente en Alicante y con nacionalidad española, que el pasado 1 de mayo desplegó una pancarta frente a las puertas de acceso del centro sanitario para reclamar el procesamiento de Ghali. Lemadla aseguraba que su padre, al que no llegó a conocer, murió encarcelado en una prisión del Polisario sin que la familia llegara a conocer los cargos de los que se le acusaba. Mientras narraba su historia, varios policías de paisano la estaban vigilando y luego interrogaban e identificaban a quienes habían hablado con ella.