Junqueras apuesta desde la cárcel por una mujer «tozuda» para presidir Cataluña

En una carta a la militancia desde la prisión de Estremera, Junqueras señala que «va siendo hora que en este país esté una mujer al frente, una mujer que no se rinde nunca, con una determinación y un convencimiento inigualables, sensata y audaz al mismo tiempo que tozuda pero también dialogante y pactista». En su misiva, y en alusión a Rovira , Junqueras pide al partido que la entronice como presidenta si se da el caso: «Démosle confianza siempre, se la ha ganado como nadie. Siempre empujando, resolviendo dificultades y superando todo tipo de obstáculos; sin ella no habría sido posible». De hecho, desde el encarcelamiento de Junqueras, Rovira ya ha venido ejerciendo de líder del partido, una proyección que el horizonte penal del vicepresidente cesado no hace más que allanar.

Aunque condicionado a la artimética parlamentaria que surja de los comicios del 21-D, el relevo de Junqueras por Rovira podría facilitar hipotéticos pactos con otras formaciones. Las miradas se posan sobre el PSC, cuyo líder, Miquel Iceta, fue tajante al afirmar que con sus votos no haría presidente a Puigdemont o a Junqueras, pero sin extender ese veto a otro candidato de ERC. Aunque a Rovira - firme partidaria de la unilateralidad - no se la pueda considerar en absoluto una moderada dentro de su partido, es innegable que la formación se encuentra en plena fase de modulación de su discurso. Sin ir más lejos, la miembro de la Mesa del Parlament Anna Simó aseguraba ayer en «Nació Digital» que consideraba que «en la próxima legislatura la vía unilateral es imposible». En la misma línea, renegando de la que ha sido la actuación de su partido y del gobierno de la Generalitat, Simó, que no repetirá en las listas, añadía respecto a la independencia: «O lo hacemos dialogando con el Estado y la Unión Europea o... No somos una seta en el mundo, esto es evidente».

Este es ahora el discurso que se impone en ERC, un giro que el propio Junqueras abonaba. Al respecto, en su carta el exvicepresidente autonómico reconocía «errores» en el movimiento secesionista. asumiendo que al república catalana no existe como tal por la respuesta del «Estado autoritario» . La autocrítica de Junqueras se quedó ahí, glosando el «camino impresionante» recorrido por un independentismo que ha dado «pasos de gigante» y ha puesto Cataluña «en el mapa de Europa y el mundo». «Hemos conseguido un éxito clamoroso», apuntó.

Finalmente, Junqueras pide a los suyos que participen en las elecciones del 21 de diciembre: «Una fecha clave», aunque la cita electoral la «convoca el PP, ilegítimamente».

En el caso de Esquerra, y además de entronizar a Rovira como hipotética jefa del ejecutivo catalán, ayer se conoció que la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell , irá de número cuatro en la lista por Barcelona. Aunque se apuntó que Forcadell iba a desistir, finalmente ha aceptado integrarse en una lista que encabezarán Junqueras y Rovira, y que también integrarán los exconsejeros Raül Romeva, Carles Mundó, Toni Comín y Dolors Bassa, que están bien en Bruselas bien en prisión preventiva. Fuentes próximas a Forcadell aseguran que tratará de mantener su cuestionado perfil institucional. En 2015, Forcadell, entonces en calidad de expresidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) fue de número tres en la lista de Junts pel Sí.

Por otra parte, y a falta de dos días para que se cierre el plazo para inscribir las candidaturas electorales, la CUP cerró ayer sus listas para el 21-D, confirmando a su diputado Carles Riera como número 1 por Barcelona, a la que se incorpora en el número 6 como independiente la escritora y activista feminista Bel Olid.

El nuevo cabeza de lista, que milita en Endavant-Osan -la facción más a la izquierda de los antisistema, la misma de Anna Gabriel- puede ser candidato dado que sólo ha estado un año en el Parlament y no le afectaba la norma interna de no poder repetir mandato. La CUP no ha podido contar, finalmente, con alianzas con otras formaciones de izquierda , como la que encabeza el exlíder de Podem Albano Dante Fachin, o la de la monja benedictina Teresa Forcades. Fachin, después de que Podem decidiese ir al 21-D junto a los «comunes» confirmó ayer que no concurrirá en lista alguna.