El juez imputa a Cospedal en Kitchen

La decisión se ha adoptado este miércoles, apenas unas horas antes de que Cospedal comparezca en el Congreso ante la Comisión Parlamentaria que investiga este asunto y que la había convocado a las tres y media de la tarde. Se da la circunstancia además de que una parte de la investigación –la relativa a los dispositivos intervenidos al principal confidente de la trama, el chófer de Bárcenas, Sergio Ríos– sigue bajo secreto.

Además de llamar a Cospedal, el juez ha acordado citar el 30 de junio a su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, a las diez de la mañana y justo antes de convocar a José Luis Ortiz Grande, que fue mano derecha de la exdirigente popular en el ministerio de Defensa. Los tres acuden en calidad de investigados por los mismos ilícitos.

El siguiente paso será escuchar de nuevo al comisario Villarejo y al exsecretario de Estado Francisco Martínez, que habían sido convocados esta semana pero cuya citación como imputados se suspendió. Están llamados el 1 de julio, el primero, por las referencias a Mariano Rajoy que hizo en sede parlamentaria y el segundo, por los hallazgos de su implicación en la línea bajo secreto y que incluye las 13 agendas que se intervinieron al comisario en una operación en octubre del año pasado y que ahora, nutren toda la causa.

Es de esa línea de la que ha nacido la imputación de Cospedal, pedida por la Fiscalía Anticorrupción el pasado mes de septiembre ante «las constantes alusiones a su conocimiento y participación» en el sumario y que entonces no adoptó el instructor por considerar que era «prematuro», habida cuenta de que la investigación apuntaba primero al Ministerio del Interior y lo relativo a la exsecretaria General de los populares nacía de «referencias de terceros».

Ahora, a lo largo de 16 páginas de auto, el juez repasa todas las diligencias y hallazgos recabados desde entonces y que sí justificarían la citación de Cospedal y destaca dos: la declaración de Bárcenas a puerta cerrada y un informe de la Unidad de Asuntos Internos sobre las referencias a la operación Kitchen en las nuevas agendas intervenidas a Villarejo, que vienen a completar las que ya constaban en la causa, fechadas en los años 2016 y 2017 y que contenían referencias a ella y su marido, así como al que fue su jefe de gabinete en Defensa. Las notas nuevas del comisario permiten situar el origen de Kitchen y se complementan con la versión del extesorero.

«Desde el necesario sigilo que merece la parte declarada secreta, sí podemos avanzar que las agendas contienen aparentes referencias a ambos», dice el auto sobre Cospedal y López del Hierro. «Así, se puede vincular a María Dolores de Cospedal con las siglas 'MD' y 'Cospe' y a su marido con las letras 'ILH'», añade. El jefe de Gabinete de Cospedal, por su parte, figura como «ORTI» o «JL» .

En concreto, constan anotaciones previas ya a la operación Kitchen y también posteriores que concuerdan con los hechos descritos por Bárcenas en su declaración testifical del pasado diciembre y que permiten, en palabras del juez, «situar temporalmente el nacimiento de la operación Kitchen», que «comienza con una anotación del 11 de julio de 2013 en la que junto a las siglas CHISCO se lee 'charla de 45 minutos. Plan contra LB. Interv Comunicaciones, registros y citación de mujer e hijo». Chisco es el apelativo de Francisco Martínez, que entonces era secretario de Estado de Seguridad.

«Es en este momento cuando se detecta una cadena de anotaciones que permiten inferir la participación de Cospedal y López del Hierro en la captación de Sergio Ríos », dice el instructor. Considera que la intervención de ambos a través de un policía de confianza de la exdirigente popular, Andrés Gómez Gordo, «al parecer pudo ser decisiva» para que el chófer «se decidiera a participar» en el espionaje a Bárcenas.

El auto reproduce varios apuntes de esos días en los que Villarejo ya refleja entre otras cosas, la «problemática por posibles grabaciones de LB» que le habría trasladad o Francisco Martínez o «pendiente conductor LB» en relación a otro de los comisarios investigados, Enrique García Castaño, el primero que se acercó al chófer para captarle como confidente.

A lo largo de ese mes, Villarejo da cuenta del paso a paso que luego se ha constatado durante la instrucción: que ese confidente, Sergio Ríos, se dirigió al también comisario e igualmente imputado Andrés Gómez Gordo, que entonces trabajaba para Cospedal, y le avisó de que le habían contactado porque no se fiaba de ese primer acercamiento. El mismo día aparecen las siglas de Ignacio López del hierro con un «Aviso contacto Sergio. Él se encarga de hablar con Andrés Gordo», otra relativa a Martínez que reza: «forzando contacto con chófer LB»; y una más de Cospedal: «varios contactos y posible cita».

Con quien sí parece que llegó a reunirse fue con el propio Gómez Gordo, a quien los policías conocen como «Cospedín». El juez deja por escrito que este comisario, que en aquel momento se encontraba en servicios especiales, había desarrollado su trayectoria profesional «en gran medida junto a Cospedal» y las anotaciones de Villarejo reflejan «esa cercanía» entre ambos. Consta un apunte que el instructor califica como «sorprendente» del 19 de julio vinculado a Gómez Gordo: «Espera recibir instrucc. para recoger discos y graba. y todo lo demás».

Cabe recordar que el botín de la Kitchen, según se ha evidenciado durante la instrucción, incluía no sólo documentos comprometedores para el partido y sus dirigentes sino unas pistas de audio que se presumía, estaban en posesión de Bárcenas y que delatarían la participación de altos cargos en la Gürtel y otros asuntos.

En cuanto a las anotaciones que implican a los ahora imputados y que son previas a la operación, el juez transcribe un apunte del 22 de abril de 2012 bajo una entrada referida al que fuera jefe de la UDEF, José Luis Olivera, «en la que se lee 'le piden ayuda para salvar al tesorero'» y al día siguiente, otra nota sobre López del Hierro que refiere «Aviso ayuda a BARC.», posiblemente Luis Bárcenas. Una más: el 24 de abril consta lo que el comisario dejó apuntado de aquella gestión: «Charla breve. MD agradeció aviso de BARC», transcribe el instructor.

En cuanto a la declaración de Bárcenas en el juzgado, que se produjo el pasado 21 de diciembre y bajo secreto, fue preguntado por la situación en aquellas fechas de 2012. «Tenía la preocupación con que yo no era Luis el Cabrón y que la Policía hiciese un informe digamos alternativo a la tesis del inspector Morocho (el jefe del grupo de UDEF que investigaba la Gürtel)». Añadió que en ese momento, una persona que tenía como «interlocutor» le trasladó: «Ellos tienen claro que tú no eres Luis el Cabrón».

Villarejo anotó algo al respecto aquellos días: «hay un interlocutor para interior» y «Alfredo Prada interlocutor de Bárcenas con Interior. Cosp (María Dolores de Cospedal) habló con Cosidó del tema». Ni Prada ni Cosidó han sido llamados nunca al procedimiento. También dejó escrito que «Pin (Eugenio Pino, máximo mando uniformado de la Policía en la época) le pide a Olivera apoyar a tope a Bárcenas» y «Pin le encargó (a Olivera) contactar con Abogado Bárcenas».

«Reunión ok con abogado de Barc. Buena predisposición. Escrito LB no es Luis el Cabrón», anotó al día siguiente, se presume, tras hablar con Olivera, que en el auto figura como «investigado».

«Esta secuencia coincide en gran medida con las manifestaciones realizadas por Bárcenas y vista la secuencia, resultaría necesario interrogar a López del Hierro y a Cospedal sobre su posible intervención en la serie de movimientos registrados en las agendas y que aparentemente, estarían encaminados a prestar ayuda a Bárcenas», dice el instructor.

Destaca que en esas notas también aparece un correo electrónico de la exdirigente popular, referencia a un encuentro de ella y su marido con Villarejo el 22 de noviembre de 2012 y el teléfono móvil de una tal «Mariví» que figura como secretaria de Cospedal. «Sería necesario preguntarle a Cospedal si fue ella quien facilitó estos datos a Villarejo y en ese caso, el motivo por el que lo hizo ».

Para el juez, será necesario también preguntarle por la veracidad de otra de las notas de Villarejo también de esta época previa, en ciernes de la operación. «Si, como reflejan las agendas, 'le dio gran bronca' al secretario de Estado de Seguridad el 23 de mayo de 2013 y en su caso, el motivo y si estaba relacionada con el inspector Morocho y los 'problemas' derivados de su informe», añade. Son varias las notas relativas a ese inspector, que ya tiene declaradas dentro y fuera del juzgado las presiones que sufrió durante la investigación de Gürtel y que el resultado de la Kitchen no se comunicó a su unidad hasta dos años después registrando datos sueltos en las bases policiales.