El juez concluye que Bretón quemó a sus hijos y le acusa de asesinato alevoso

A la espera del ADN, la contundencia de los informes sobre los huesos, que ha ratificado Toxicología, lo lleva a creer que los incineró en una «pira funeraria»

El juez concluye que Bretón quemó a sus hijos y le acusa de asesinato alevoso valerio merino

FRANCISCO J. POYATO

«Podemos llegar a la conclusión de que el imputado, tras matar a sus dos hijos, lo más probablemente al llegar a la parcela, y sin que podamos todavía establecer la forma en que hubiera cometido tan atroz hecho, trató de hacer desaparecer sus cadáveres ... quemándolos en lo que se diseñó como una pira funeraria».

Quien así se expresó ayer es el juez José Luis Rodríguez Lainz , quien dictó un auto en el que acusa a José Bretón del doble asesinato alevoso con agravante de parentesco de sus hijos Ruth y José , por los que podría ser condenado a 40 años de prisión según regula el vigente Código Penal, de cuya futura reforma ya no se vería afectado el progenitor. Lainz no descarta que sea compatible la imputación por simulación de delito, pero desaparece el cargo de detención ilegal, sustituido por el más grave de asesinato alevoso.

En su auto, precisa que restan aún las pruebas para poder extraer ADN de los restos calcinados (huesos y gérmenes dentales) y lograr, en su caso, disipar cualquier duda científica. Levanta el secreto de sumario decretado y se afianza en la contundencia del informe del profesor Francisco Etxebarría , cuyos «sólidos argumentos», corroborados ahora por Toxicología, toma como base para su nueva imputación, así como el del paleontólogo José María Bermúdez de Castro . Además, anuncia que tomará declaración nuevamente a Bretón en un intento de que pueda ofrecer más detalles, para que se derrumbe y admita los hechos.

A la espera de más diligencias

El magistrado libra también oficio a la Delegación Provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para que emita un dictamen sobre cómo se hizo la combustión de la hoguera, por qué se avistó a las 17.15 horas del 8 de octubre si el encausado pudo hacerla mucho antes y qué medios pudo emplear, tiempo de duración y grados de temperatura que alcanzó la hoguera. El día de autos, una torre de vigilancia del servicio de extinción de incendios del Infoca, situada a 33 kilómetros de la finca de «Las Quemadillas» , constató la presencia del fuego.

De igual forma, se aguarda al análisis de las muestras de tierra tomadas el martes en busca de gasoil -Bretón adquirió 140 litros de combustible esos días-, restos orgánicos o aditivos, y al informe sobre el registro de la zona del fuego y su alrededor. En esa zona, según el auto, se encontraron un palo curvo que pudo servir para remover ascuas, una garrafa vacía que pudo alojar combustible, una chapa de un metro y la mesa que sirvió de tapadera al supuesto «horno» .

El juez confía en que las nuevas evidencias terminen por hundir a Bretón y se autoinculpe

En su auto, el juez, que intenta dar una explicación lógica a que la hoguera dejara de estar en el primer plano policial tras el «taxativo» informe de la forense de la Policía Científica , sí describe al detalle cómo Bretón pudo quemar a sus hijos en las tres horas y media que estuvo aislado en la parcela.

Según su relato, es probable que la muerte hubiera tenido lugar nada más llegar a la parcela (entorno a las 14.00 horas). Una vez allí, sabiendo que estaba ilocalizado y no sería visto por nadie, preparó una pira sobre un fondo de leña de olivo , en forma más o menos rectangular, sobre la que situó a los cuerpos de los dos menores -algo que, según especifica en el auto, queda «demostrado empíricamente»-, cubiertos por una sábana que nunca se hallaron.

Sobre ellos, vertió grandes cantidades de gasoil para conseguir altas temperaturas (hasta 800 grados) en varias horas. Sobre la pira puso la mesa como parapeto y encima, planchas o montículos para concentrar más el calor, como en un horno. Mitigaba así el fuerte humo, ayudado por el viento, y cuando creyó que la incineración estaba concluyendo (hacia las 17.14 horas) -y para iniciar su plan de coartada- retiró la mesa y avivó la llama moviendo ascuas.

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