Lee íntegro el discurso de Cayetana Álvarez de Toledo ante la Junta Directiva Nacional del PP

«Buenos días.

Nos estamos jugando —hoy y hasta el Congreso de abril— la propia existencia del PP como fuerza hegemónica en el centro-derecha y alternativa al Socialismo. Y, por tanto, también el futuro de España.

La supervivencia del PP nos emplaza. Y nos exige dos cosas: claridad en el análisis de las causas de esta crisis. Y valentía en las soluciones.

Las causas de la crisis son dos fracasos convergentes: uno interno y otro externo.

Respecto al interno, quiero manifestar mi afecto, apoyo y solidaridad a Isabel Díaz Ayuso. Ha sufrido lo que tantos de nuestros compañeros sufrieron antes a manos de la peor izquierda: filtraciones, calumnias, juicios paralelos.La negación radical y populista de su presunción de inocencia. Ojalá nunca más vuelva a ocurrir. Ojalá queden desterradas para siempre las prácticas indeseables contra los compañeros. Nadie lo merece. Y menos que nadie la personas que ha dado a la alternativa una oportunidad.

La otra causa de esta crisis es más profunda. Y difícil de resolver. Es al desorientación ideológica.

Hasta ahora no hemos ahormado un proyecto político capaz de movilizar un apoyo suficiente de españoles, frente al peor Gobierno desde 1978.

Lo que urge recomponer no es tanto la unidad del PP, como la unidad del PP con los españoles.

La elección de uno nuevo líder del PP y una nueva dirección es, por tanto, condición necesaria pero insuficiente para salvaguardar la hegemonía del PP en el centro-derecha y derrotar al PSOE en las urnas.

Tenemos —también— que dar respuesta a una serie de preguntas decisivas: ¿Qué alternativa ofrecemos a los españoles? ¿Cuál es nuestro proyecto? ¿Qué somos y qué defendemos?

Para empezar, creo que debemos dejar claro que el PP no va a derivar hacia una coalición de partidos regionales, entre la caciquil CEDA o la confederación Socialista, en la que cada territorio tenga un discurso propio.

Sobre la gestión de la pandemia, sobre política lingüística, sobre casi todo…

Creo que debemos seguir siendo un partido inequívocamente nacional.

Con una política koiné —como la lengua— común para todos los españoles.

Porque esta es la mejor manera de defender la España constitucional, que es la suma de 47 millones de ciudadanos soberanos, no un Frankenstein territorial.

Es decir, la mejor manera de defender la libertad, la igualdad y la prosperidad de los españoles.

Para confederaciones, el sanchismo.

Otra cuestión, igual de relevante:

Nuestra disposición a librar la batalla cultural frente a la alianza reaccionaria del nacionalismo y la izquierda.

Unos dicen que la batalla cultural no importa. Otros la consideran conflictiva, incómoda.

Lo es, desde luego. Pero eso no la hace menos importante ni menos necesaria.

Lo estamos viendo hoy mismo —lejos de aquí y sin embargo tan cerca— en la defensa de Ucrania (es decir de Occidente) frente a la agresión rusa.

La defensa del orden liberal siempre tiene un coste. La política adulta consiste en asumirlo con inteligencia y valentía.

En resumen: más que un Congreso de sustitución de un líder por otro, que también, necesitamos un Congreso de profunda meditación ideológica y estratégica.

Y por eso acabo con una petición.

No aceptemos que Pedro Sánchez, presidente gracias a los hijos de Putin, nos llame “por fin moderados”.

Y no aceptemos que defina el tipo de partido que somos.

Hagámoslo nosotros.

Para eso: quiero proponer a la Junta Directiva Nacional que aprobemos la inclusión en el orden de día del Congreso de abril una PONENCIA POLÍTICA. Una ponencia que defina con claridad nuestra posición estratégica e ideológica. Y que refuerce el mandato de la próxima dirección.

Los Estatutos lo permiten —artículo 32.1— y la realidad del PP y de España lo exigen.

Muchas gracias y mucho ánimo a todos».