Indignación en Portugal por el mapa de Vox que lo incluye en España

Además de incluir el territorio luso, el perfil geográfico del cartel difumina la zona que corresponde a Cataluña , como también ocurre con Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla.

Se da la cirunstancia de que Vox tiene un partido «hermano» en Portugal. Su nombre es Chega (Basta) y cuenta como cabeza visible con el polémico André Ventura, quien se lanzó al ruedo por su cuenta después de dar un portazo a los conservadores del PSD , anteriormente conducidos por Pedro Passos Coelho y hoy en manos del errático Rui Rio.

Con un solo diputado en la Asamblea de la República tras las elecciones legislativas del pasado 6 de octubre de 2019, el grupo luso exige a su «aliado» Abascal que se retracte por haber divulgado un mapa con esas características.

Ventura mantiene una estrecha relación con el político español, a quien ha visitado varias veces en Madrid para aprender de su estrategia. Ahora se ha afanado en impulsar una reunión conjunta con carácter urgente.

El encuentro entre ambos líderes se celebrará este sábado 11 de enero en la localidad de Caldas da Rainha, 93 kilómetros al norte de Lisboa.

Según el comunicado distribuido de manera oficial por Chega: «André Ventura exigirá al dirigente español que su partido se retracte por el mapa divulgado recientemente por Vox y que anula la presencia de Portugal en la península ibérica, y coloca a España dominando todo el territorio ibérico». En este sentido, la formación lusa reclama «una corrección pública de este error» y avisa que «también exigirá que un equívoco como este no se vuelva a repetir, porque de lo contrario las relaciones entre Portugal y España , tan apreciadas por ambos países, podrían verse perjudicadas».

En función del cara a cara en Caldas da Rainha, el partido de Ventura se plantea incluso presentar una moción en el Parlamento para condenar «la acción de Vox», además de romper las relaciones con ellos.

De acuerdo con sus palabras, «estas apreciaciones no son exclusivas de Chega, sino que gran parte del pueblo portugués ha quedado indignado por el citado mapa».

Vuelven así a Portugal los viejos fantasmas de una hipotética invasión española, que era un asunto que obsesionaba a la dictadura de Salazar. De hecho, nunca se terminó de fiar a este respecto.

Recientemente, unos documentos hallados en los archivos de la Fundación Franco dan cuenta de que los planes para cruzar la frontera estaban cuidadosamente diseñados.

La principal razón por la que no se llevaron a cabo es porque los alemanes no respaldaron el proyecto en un momento en el que bastante tenía Hitler con lanzarse al frente ruso.

Fue el historiador madrileño Manuel Ros Agudo la persona que tuvo acceso a tal cúmulo de papeles, según las directrices que el Estado Mayor presentó a Franco en 1940.

La idea barajaba una invasión en un tiempo récord, con columnas militares que avanzarían hasta Lisboa de la manera más veloz posible para minimizar los efectos colaterales. Al final, todo quedó en un borrador que nunca cuajó en la práctica.