La UE identifica los ataques cibernéticos como una amenaza

«El cibercrimen y las actividades cibernéticas maliciosas patrocinadas por ciertos estados son una de las mayores amenazas globales para nuestras sociedades y economías que causan alrededor de 400 mil millones de euros en pérdidas en todo el mundo», declaró el secretario de Estado de asuntos europeos de Estonia Matti Maasikas al término de la reunión de ayer.

Los jefes de Estado y de Gobierno ya habían mencionado este asunto en la cumbre del pasado mes de octubre, pero desde entonces y a raíz de lo que ha sucedido en las redes sociales con los acontecimientos de la crisis catalana y las pruebas de que ha habido interferencias tóxicas desde fuera de la UE, el Gobierno español ha introducido el tema para que sea una prioridad en la política europea.

Las conclusiones aprobadas ayer y que servirán de base para la próxima cumbre hacen hincapié en la necesidad de que todos los países de la UE pongan a disposición del conjunto los recursos e inversiones necesarios para reforzar la seguridad informática en todos los niveles. Por ello, también mostraron su satisfacción por el hecho de que en los presupuestos del año que vioene la Comisión y el Parlamento han decidido aumentar los esfuerzos en investigación y desarrollo de elementos de ciberseguridad mediante la creación de una red de centros de competencia en en este campo distribuidos por toda la Unión.

El Consejo de Ministros también respaldó el plan para establecer un marco europeo de certificación de ciberseguridad que pueda tener un alcance mundial, para aumentar la confianza en las soluciones digitales en la vida diaria. Los ministros han asociado la confianza en la Europa digital y el establecimiento de parámetros de seguridad cibernética en toda la UE, con intención de aumentar la solidez de la criptografía utilizada en productos y servicios dentro del mercado único digital.

Otras medidas aprobadas ayer por el Consejo incluyen proporcionar las herramientas necesarias para hacer cumplir la ley para combatir el delito cibernético, desarrollar una respuesta coordinada a nivel de la UE a incidentes y crisis cibernéticas a gran escala, incluyendo la activación de la cláusula de defensa colectiva y llevar a cabo ejercicios paneuropeos de seguridad cibernética de forma regular.

La actividad de centros de intoxicación de las redes sociales desde Rusia o Venezuela ha sido probada fehacientemente en los principales acontecimientos políticos en Europa, ya sea el debate y del referéndum sobrel el Brexit, las elecciones presidenciales francesas o la situación en Cataluña, siempre con la intención de desestabilizar al conjunto de Europa. La situación ha alcanzado ya dimensiones inquietantes , aunque ningún gobierno se ha atrevido a señalar abiertamente a las autoridades rusas.