El Gobierno cree a Torra «una figura aislada» y confía en su «cordón umbilical institucional» con ERC

En el Gobierno se aferran a la idea de que la coordinación con los mossos está funcionando. El foco de incertidumbre lo encuentra el Ejecutivo en la figura de Quim Torra, mientras que el canal de comunicación con ERC, a través del vicepresidente Pere Aragonès, sigue funcionando. «Existe una fluida relación institucional» entre él y la vicepresidenta Carmen Calvo, explican. Aunque esa confianza en que uno de los actores independentistas logre templar los ánimos ya fracasó en el pasado, en el Ejecutivo entienden que mantener ese «cordón umbilical institucional» es mucho mejor «que tener todos los puentes rotos»

Hay confianza en que Torra es «una figura aislada», en palabras de un miembro del Ejecutivo. El rechazo del Consejero de Interior, Miquel Buch, a dimitir, como aspiraba Torra, es para Moncloa una prueba de que el presidente de la Generalitat «no manda». Creen que Torra busca «forzar la pasividad» de los Mossos para que el Gobierno se vea obligado a aplicar la Ley de Seguridad Nacional. Pero en el Gobierno creen que la relación con los mossos se mantendrá. La división en el campo independentista anima al Gobierno a no cambiar de estrategia: «Si la desunión anida en sus filas es algo que nos parece mejor que lo contrario».

Más allá, el Gobierno de Pedro Sánchez sigue sin dar ninguna señal de que vaya a endurecer su actuación en Cataluña. En una comparecencia en La Moncloa, el ministro en funciones del Interior, Fernando Grande-Marlaska, subrayó ayer que el Ejecutivo responderá en función de hechos, -«de los acontecimientos , que son los indiscutibles», dijo-, pero no de «declaraciones», de modo que se evaluarán «todas las situaciones» pero se «aplicará a cada hecho el marco normativo que le corresponda».

Marlaska descartaba así una reacción del Estado ante la promesa realizada el jueves por el presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, que en contra de la advertencia del Tribunal Constitucional anunció que de nuevo sacará urnas para la «autodeterminación». El ministro, no obstante, se dirigió a él para recordarle la sentencia del procés: «Conoce perfectamente por noticias recientes cómo actúa un Estado de Derecho con división de poderes real y efectiva», advirtió.

El titular del Interior habló ayer ante los medios de comunicación tras una reunión del Comité de Coordinación de la situación de Cataluña, que estuvo presidida por Sánchez antes de viajar a Bruselas para participar en el Consejo Europeo . En ella, Marlaska volvió a rechazar las acusaciones de «inacción» contra el Gobierno -«estamos trabajando 24 horas al día», defendió- y cada vez que tuvo ocasión, aseguró que la «ninguna actuación delictiva quedará impune». Precisó que no escaparán a la acción de la justicia «ni los responsables, inductores o partícipes de cualquier tipo» de la violencia, con lo que aludía colateralmente a las presuntas conexiones que vinculan a dirigentes políticos catalanes con los atacantes callejeros.

De hecho, el ministro insistió en la creencia de Interior de que las algaradas «están en manos de «grupos minoritarios perfectamente organizados», -CDR, Tsunami Democractic-, que intentan «perturbar la seguridad con fines supuestamente políticos», tras lo que invocó a la «máxima cautela» para no dar detalles sobre las investigaciones que puedan interferir en el éxito de la investigación.

Pero más allá, nada en esa comparecencia hizo pensar en que se vayan a dar pasos hacia la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional, a pesar de los «actos vandálicos de gravedad», -palabras de Marlaska-, que se multiplican desde el lunes. La contención estos días de las fuerzas de seguridad frente a las provocaciones y los combates en la calle, por otro lado televisados en directo por diversos canales noche a noche, hace cundir la creencia de que el Gobierno simplemente está dejando que el independentismo sucumba en el fuego de sus radicales.

Ante esta hipótesis pareció reaccionar el expresidente prófugo de la Generalitat, Carles Puigdemont, cuando el miércoles, coincidiendo con el zenit de incendios y caos en el centro de Barcelona, publicó un tuit pidiendo parar. «Derrotamos al Estado sin piedra, ningún fuego, ningún destrozo. No necesitamos la violencia para ganar, la necesita el Estado para derrotarnos». Una hora después de ese mensaje, que miraba de reojo al 1-O en el que la policía la que tuvo que acabar cargando contra civiles, Torra reaparecía para llamar al fin de los actos vandálicos -a lo que hasta entonces se había resistido- para que no se siguiera dañando al independentismo.

Además del Ministerio del Interior, y dentro de él Policía Nacional y Guardia Civil, están representados en el gabinete que supervisa la crisis en Cataluña la Presidencia del Gobierno; los departamentos de Asuntos Exteriores, Defensa, Justicia, Economía, Fomento y CNI.