El fracaso de la fraudulenta huelga de hambre

Además, de los dos centenares de presos declarados en huelga de hambre, no todos la cumplieron como tal. Para algunos de ellos de trataba de un «ayuno de un día» o hacían huelga de comedor , lo que suponía que podían comer en sus celdas los alimentos adquiridos en el economato.

El número de presos etarras que ha renunciado la huelga de hambre asciende, en la mañana del jueves, a un total de 70. Un total de 35 presos recluidos en distintas cárceles españolas había comunicado su intención de interrumpir su ayuno, que suman a los abandonos de ayer, día en que Otegi hizo público su renuncia al ayuno, horas después de que lo hiciera Bolinaga.

Además de Otegi, un histórico de la banda, Francisco Múgica Garmendia, alias «Pakito» también abandonó la protesta. En este caso, los funcionarios de la cárcel zaragozana de Zuera, en la que se encuentra, encontraron botes de comida vacía en su celda, por lo que su «lucha» ha consistido en, al menos, un bote de lecitina de soja (componente vitamínico) y otro de aceite con ajos.