Feijóo tanteará a Sánchez para buscar pactos que excluyan a sus socios
El PP se abre a escuchar la propuesta de La Moncloa sobre el CGPJ, sin presentar condiciones previas
El Gobierno espera un apoyo de los populares al decreto de ayudas, que Feijóo no piensa rechazar
Alberto Núñez Feijóo estrenó ayer su despacho en la séptima planta de Génova, al mismo tiempo que Pablo Casado firmaba su renuncia al acta de diputado en el Congreso y su equipo firmaba el finiquito en la sede nacional del PP. El nuevo presidente de los populares reunió a su Comité de Dirección ... para poner las máquinas del partido a pleno rendimiento, a tres días de su primera reunión con Pedro Sánchez. Feijóo acudirá el jueves a La Moncloa a escuchar y ver la actitud de Sánchez, con la predisposición de buscar entendimiento en asuntos de Estado y dejar fuera a los socios más extremistas del Gobierno.
El líder gallego está abierto a escuchar la propuesta que le haga Sánchez sobre el asunto que más parece preocuparle, como es la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pendiente desde diciembre de 2018. De entrada, hay una diferencia llamativa respecto a la posición de Pablo Casado en este punto. El expresidente del PP ponía por delante condiciones irrenunciables, que se resumían en una reforma legal para que los jueces eligiesen a los jueces y dotar así de más independencia al Poder Judicial . Era una condición que bloqueó la negociación, una barrera que se hizo infranqueable para sellar un acuerdo, pero cuyo incumplimiento no fue ningún obstáculo para renovar otros órganos, como el Tribunal Constitucional o el Tribunal de Cuentas.
Ahora, Feijóo irá sin exigencias previas en ese asunto tan vital para Sánchez. «Vamos a escuchar », repitió ayer la secretaria general, Cuca Gamarra , en su primera rueda de prensa después del Comité de Dirección de su partido. Gamarra recordó que es Sánchez el que ha convocado a Feijóo, lo hizo el sábado a última hora de la tarde, «con un SMS y un tuit», sin un orden del día, y tendrá que ser él quien ponga los temas y las propuestas sobre la mesa. Ahí Feijóo también marca distancias con Casado, que desde la primera reunión en La Moncloa acudió con un paquete de posibles pactos de Estado en la carpeta, que caían en saco roto.
Esta reunión en La Moncloa refleja un intento de Feijóo y Sánchez de encauzar la comunicación entre el Gobierno y el líder de la oposición, que era casi inexistente en la etapa anterior, por el ninguneo al que el presidente del Gobierno sometió a Casado. Ahora, el discurso de Feijóo a favor del entendimiento y la moderación, y de los pactos de Estado en los asuntos que más preocupan a los españoles, ha conseguido al menos atraer la atención de Sánchez. Pero los populares no se llaman a engaño y no se fían del presidente del Gobierno, según fuentes parlamentarias. El incumplimiento del compromiso sellado en la Conferencia de Presidentes de La Palma puede marcar la relación entre Feijóo y Sánchez desde el principio.
En su comparecencia en Génova, Gamarra volvió a exigir a Sánchez que cumpla lo pactado y firmado en aquella declaración y baje los impuestos a la energía. «La moderación no significa sumisión», advirtió. Eso sí, el PPha evitado poner esa exigencia como condición para votar a favor del decreto-ley con las medidas anticrisis que el Gobierno ha llevado ya al Congreso, con medidas para dar oxígeno a los ciudadanos en plena escalada de precios. El decreto estará presente en la reunión del jueves, y previsiblemente Feijóo volverá a pedir a Sánchez que cumpla su palabra. Pero fuentes populares creen que será muy complicado que el Grupo Popular vote de otra manera que no sea con un ‘sí’ a ese decreto, con el que se estrenará Feijóo. El ‘no’ se descarta, y algunos sectores del partido creen que muchos ciudadanos no entenderían tampoco una abstención. Una salida podría ser lograr que se tramite como proyecto de ley para poder introducir cambios en el decreto, algo a lo que en principio se niega el Ejecutivo.
Fuentes socialistas consideran que precisamente la convalidación parlamentaria de ese decreto de medidas urgentes será «la prueba», afirman gráficamente, de que Feijóo tiene una actitud distinta a la de Casado como líder de la oposición. Pues consideran como uno de los aspectos más negativos del anterior líder de la oposición el que no diera su voto ni a las últimas prórrogas del estado de alarma (un herramienta que invalidó el Tribunal Constitucional), ni al decreto de los fondos europeos, que salió adelante en 2020 gracias a la abstención de Vox, ni tampoco el pasado febrero a la reforma laboral, que solo por el error del diputado popular Casero pudo ver la luz. El entendimiento sobre esas medidas es, aseguran, más perentorio que la reforma del CGPJ, aun cuando Sánchez volverá a reclamarla en el cara a cara en la Moncloa como parte del comportamiento consituticional que debe tener el PP ante un órgano de gobierno de los jueces que lleva con el mandato caducado desde 2018. Ante la previsible exigencia de Feijóo de que se cumpla con la «rebaja fiscal» pactada en La Palma, Sánchez responderá que si hay una bajada de impuestos será difícil cuadrar las cuentas públicas salvo que se hagan recortes. Y en tal caso, retará al líder del PP a especificar dónde se tendrían que llevar a cabo. Igualmente, el presidente del Gobierno aspira a recabar el apoyo ante su próxima visita a Marruecos, aunque el PP ha sido muy crítico con el giro dado sobre el Sahara.
Mientras tanto, Feijóo no tiene previsto todavía mantener ninguna reunión con el presidente de Vox , Santiago Abascal. En el congreso evitó pronunciarse sobre el pacto en Castilla y León, y sus mensajes se han dirigido a defener un PP de mayorías que no se conforme con ser bisagra.