Feijóo llama a «defender sin tregua» la democracia frente a los «cantos de sirena» de los populismos

El presidente de la Xunta ha advertido de que «la victoria democrática nunca es definitiva», ante las «numerosas amenazas que la acechan», como «tampoco lo es la derrota de las corrientes autoritarias», y ha apuntado que el éxito «depende de nuestra capacidad de corregir errores y preservar los aciertos», durante su intervención en la sesión inaugural del III Foro La Toja - Vínculo Atlántico , a la que pone el broche el Rey. Previamente han tomado la palabra el anfitrión, Amancio López Seijas, Presidente de Grupo Hotusa, y Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno.

Desde la isla pontevedresa de A Toxa, Feijóo ha señalado que « la democracia liberal soporta en nuestros días un doble acoso ». De un lado, el de «quienes la tachan de ineficiente, premiosa y compleja en exceso». Y de otro, el de aquellos que la «acusan de haber perdido el espíritu idealista». A juicio del mandatario gallego, «es y debe ser sinónimo de fortaleza», yendo, en su defensa, a la «esencia», que no es otra que «la fuerza de las ideas» y no «la idea de fuerza». En su aviso frente a los populismos, ha insistido en prevenir frente a esos cantos de sirena que «suelen ser aprovechados por los demagogos para seducir a los incautos».

El titular de la Xunta ha puesto como ejemplo del éxito de la democracia liberal a Galicia, que este 2021 celebra los 40 años de su Estatuto de Autonomía, y que, ha dicho, «ha sabido combinar» tanto las necesarias «dosis de pragmatismo» con «dosis de idealismo» , evitando escoras que han conducido al «naufragio» a «algunos experimentos democráticos».

No es el caso de la Comunidad que preside, ha reivindicado, que en estas cuatro décadas ha hecho pivotar la democracia sobre «valores muy consistentes», logrando «un grado de desarrollo y bienestar desconocidos». « La democracia es muy útil y, con ella, satisfacemos nuestros deseos de libertad y resolvemos los problemas cotidianos », ha expuesto.

El sistema que « ha traído convivencia y prosperidad a Galicia y a España », ha abundado, «no depende de ningún determinismo», y lo sabe el pueblo gallego, pues «muchas veces hemos torcido las líneas que parecían marcadas por el destino». «Una comunidad que era el fin del mundo, sea hoy uno de sus principios», ha puesto en valor, con el Camino de Santiago, que funde España y Europa, como gran estandarte.

En su discurso, Feijóo ha tenido palabras para ensalzar la figura de Don Felipe , a quien ha agradecido, «en nombre del pueblo gallego, que siempre esté ahí cuando le pedimos su apoyo, del mismo modo que siempre está ahí cuando es preciso defender la democracia española». « Su labor es fundamental como jefe del Estado, al frente de la institución constitucional en la que todos nos podemos y debemos ver representados », ha incidido. Constitución que «nos une y que garantiza al tiempo la unidad de España y el autogobierno en la España de las autonomías», ha rubricado.

Igualmente ha elogiado como destacados representantes del sistema constitucional a los expresidentes Felipe González y Mariano Rajoy , también presentes en la sala, de quienes ha indicado que « son los dos presidentes de la democracia que son un ejemplo de estabilidad institucional ». De ambos ha añadido que, en sus «largos mandatos», demostraron el más alto «compromiso en la estabilización de nuestra democracia». Y también ha hecho un reconocimiento a la trayectoria de Josep Piqué, presidente del Foro, «un hombre caracterizado por su compromiso inequívoco con el catalanismo constitucional que tanto echamos de menos a veces en la política actual».

El Monarca, ha apuntado asimismo en su discurso el líder gallego, es, además de «uno de nuestros más ilustres peregrinos», Embajador Vitalicio del Camino de Santiago, que «no deja de ser», a su vez, «una metáfora de la democracia que aquí nos ocupa y preocupa», pues «agrupa gente diversas», «establece la solidaridad entre las personas» y «cubre etapas que deben ser superadas con esfuerzo». «Es de todos sin ser de nadie», como la «democracia liberal», cuyo «futuro solo depende de nosotros».