Fallece Francisco Laína, presidente del Gobierno provisional durante el 23-F

Licenciado en Derecho, técnico de la Administración Civil del Estado y ex gobernador civil de León, Las Palmas y Zaragoza, Francisco Laína abandonó en 1982 su puesto de director de Seguridad del Estado y también la política activa.

«Francisco Laína fue una figura relevante de la Transición y el mantenimiento de la democracia en España en el #23F. Reconocido en 2014 con el Premio Castilla y León de Valores Humanos. Hoy honramos su memoria. Mi más sentido pésame a su familia y amigos», escribió ayer Alfonso Fernández Mañueco , Presidente de la Junta de Castilla y León, en Twitter.

A las palabras del político popular se sumó también la presidenta del Congreso, Meritxell Batet : «Descanse en paz Francisco Laína, quien encarnó la fidelidad a la #Constitucion y la #democracia durante las horas en que presidió la Comisión de Secretarios de Estado y Subsecretarios en febrero de 1981».

Laína ejercía como director de Seguridad del Estado cuando se produjo el golpe del 23-F. Con rango de secretario de Estado, a instancias del Rey Juan Carlos I, Laína presidió durante 14 horas el Gobierno Provisional de Secretarios y Subsecretarios el 23-F . Fueron unas horas muy críticas, en las que asumió las funciones del Ejecutivo, mientras los miembros del Gobierno se encontraban secuestrados.

«Aquel día no sólo lloró el Rey, yo también lloré cuando se liberó el Congreso de los Diputados», recordó Laína en 2011, durante un homenaje a Adolfo Suárez organizado por la Asociación para la Defensa de la Transición en el Museo de la Transición de Cebreros (Ávila), el pueblo natal de Suárez. Fue la primera vez que habló en un acto público sobre lo sucedido el 23-F.

Ya retirado de la vida política, la labor de Francisco Laína durante aquellas horas decisivas para España del 23-F siguió siendo reconocida. En 2011 recibió la Medalla de la Orden del Mérito Constitucional, y en 2014 el Premio Castilla y León. «Es un motivo de satisfacción que se acuerden de uno cuando ya está en las últimas curvas del camino de su vida», reconoció el político abulense durante la entrega del galardón. Recordó el intento de golpe de Estado como momentos «de gran tensión» , en los que «se actuó con absoluta lealtad y cumpliendo las órdenes que llegaban del Rey, el gran artífice de que se superaran».

En aquella ceremonia de 2014 lamentó que se hubieran perdido «la generosidad, el respeto al adversario» y sobre todo, el saber «anteponer los intereses generales sobre los intereses partidistas y territoriales». «Se ha perdido la ilusión y los proyectos en común», insistió. Pese a ello, en aquella ocasión no se mostró pesimista.

Reconoció que la situación, con la crisis económica, era «complicada», pero siguió confiando en que el sentido común se impondría: «Yo siempre creo en la voluntad y el buen sentido del pueblo español», que para él pasaba por «tener proyectos e ilusiones nacionales. Los temas de Estado nos tienen que unir en lugar de enfrentarnos». Su «receta» para conseguirlo se basaba en dos cosas: «Generosidad y altura de miras».