Los dos etarras huidos en Francia tenían una lista de objetivos

Los dos etarras viajaban el pasado jueves en una furgoneta Citroën Berlingo que se encontró con un control de aduanas en Gye, en la región de Lorena. La primera maniobra de los malhechores fue saltarse el dispositivo y emprender la huida. Los agentes los persiguieron pero al cabo de unos kilómetros, los terroristas abandonaron el vehículo para continuar la huida campo a través. Los agentes dieron aviso a la Gendarmería local y juntos procedieron a abrir la furgoneta y en su interior hallaron el disco duro. El coche, robado, llevaba placas de matrícula falsificadas.

En la mañana de ayer se denunció la sustracción de otro vehículo cometido en la madrugada en un garaje de Bouxieres Aux Chenes, no muy lejos de donde se produjo el incidente con los aduaneros, por lo que se sospecha que los etarras han podido ser los autores del robo para continuar la fuga. El coche, un Citroën C3 de color azul, está siendo buscado. Este caso, como los restantes registrados en los últimos meses, viene a demostrar que ETA mantiene su actividad terrorista mientras que se espera un comunicado en el que anunciaría, según anhela la Batasuna de Otegi, «un alto el fuego permanente, unilateral y verificable».

Al mismo tiempo, la Audiencia Nacional ha autorizado que hoy recorra las calles de Bilbao una manifestación a favor del acercamiento de los presos de ETA. El juez Santiago Pedraz desestima la solicitud que la Asociación Víctimas del Terrorismo y Dignidad y Justicia han hecho para su prohibición con el argumento, esgrimido también por la Fiscalía, de que «no hay base para apreciar que tras la convocatoria se encuentre ETA u otra organización terrorista a ella asimilada» ni tampoco de que se pretenda exaltar a los terroristas o menospreciar a sus víctimas. Para la presidenta de la AVT , Angeles Pedraz a, la celebración de la marcha supone «seguir el juego» a ETA. A su juicio, está claro que la manifestación se enaltecerá el terrorismo, una opinión que comparte el presidente de DyJ, Daniel Portero, que recordó que en casos anteriores se mostraron fotos de etarras condenados por delitos de asesinato.

Con el fin de evitar que la convocatoria sea «aprovechada» por organizaciones vinculadas a ETA o para fines «ilícitos», el juez insta a la Delegación del Gobierno y a la Consejería de Interior a adoptar las medidas necesarias —disolución de la manifestación y detenciones, si fuera necesario— para evitar hechos delictivos.

Para tomar su decisión, el instructor ha contado con informes de la Guardia Civil, la Policía y la Ertzaintza, a los que se había pedido que identificaran a los convocantes y su vinculación o no con grupos ilegalizados o de la izquierda proetarra.

Resulta llamativo que la información recabada no resulte coincidente —el fiscal habla de «disparidad» entre los informes policiales— habida cuenta de que se trataba de aportar datos objetivos. Así, mientras la Guardia Civil señala que «un número importante» de los convocantes «han participado como candidatos o interventores de la ilegalizada Batasuna o de sus sucesores como PCTV o ANV», la Policía sostiene que «atendiendo a la identidad de los convocantes y del comunicante, resulta evidente que no tienen vinculación con ninguna organización ilegalizada».

Este último cuerpo añade que aunque el acercamiento de los presos sea una reivindicación de la ilegal «Askatasuna y forme parte de su planificación», otros agentes políticos y sociales ajenos a la izquierda abertzale (partidos democráticos o deportistas) se han sumado a la manifestación y comparten esta reclamación.La Ertzaintza indica que «algunos de los convocantes sí han tenido algún tipo de relación con el mundo de Batasuna y abertzale».