Los errores formales debieron invalidar la tesis doctoral de Canoyra

La Universidad Camilo José Cela , de la que Canoyra era directora general en el momento -año 2012- en el que se doctoró, permitió que entregara un trabajo que, empezando por el principio, carece de un índice bien paginado. Este diario ha podido comprobar que Canoyra no estableció la correlación entre los diferentes apartados de su trabajo y la página en la que se encontraban.

La Universidad Complutense, por ejemplo, estipula en sus criterios de calidad para la tramitación de tesis doctorales que el índice de estos trabajos «debe incluir todas las partes que contenga, desde los resúmenes hasta los anexos, expecificando la totalidad de los capítulos, epígrafes y subepígrafes y las páginas que ocupan cada uno de ellos».

Canoyra no cumple con este principio y, también en el índice, se distinguen hasta dos erratas. Se refiere a la red social «Tuenti» como «Tuentu» y, en otro renglón, donde quiere poner «adolescentes», escribe «adoclescentes» .

A falta de que la Camilo José Cela haga pública su normativa de estilo para las tesis, las normas de la Universidad Complutense dicen lo siguiente: «La Comisión Académica rechazará aquellas memorias que presenten faltas de ortografía , cuya redacción y sintaxis sean descuidados o cuyo vocabulario sea inapropiado». La Universidad de Navarra, en este sentido, también especifica que «debe cuidarse de modo especial la redacción y presentación de la tesis».

Entre las normas habituales de cualquier trabajo académico, desde los trabajos de fin de grado hasta las tesis doctorales, destacan aquellas que imprimen uniformidad al documento: tamaño y cuerpo del texto, interlineado, espaciado entre caracteres o tipo de márgenes. Este último punto es el que Canoyra no respeta en su tesis doctoral.

Como se puede comprobar en la imagen superior, uno de los gráficos incluidos no respeta el espacio reservado al margen inferior. Este problema se repite en varias ocasiones, igual que la citación incorrecta o, en los peores casos, inexistente, de gráficos que la directora general de Educación Concertada incluyó en su tesis y que provenían de investigaciones de otros autores.

Las normas APA de citación -normas generales que trascienden las directivas particulares de cada universidad- son claras al respecto: se debe incluir al pie del gráfico o figura el lugar del que se han obtenido. Además, se debe incluir esta información en las referencias del texto. Canoyra no hace ni una cosa ni la otra.

En las tesis doctorales, las ideas que los investigadores incluyen de manera textual de otros autores se encuadran entre comillas. En este trabajo, los entrecomillados de este tipo son bastante escasos. Más abundantes son las citas que, después, no aparecen correctamente referenciadas en la bibliografía. Esto representa una falta en el ámbito académico, ya que todas las citas que se incluyan en el cuerpo del texto deben figurar después entre las referencias.

También extraña resultó la apariencia de la tesis doctoral que la Camilo José Cela ofreció a este diario para su consulta en la biblioteca del centro universitario. Normalmente las tesis, tanto de dicha universidad como de otras, se depositan encuadernadas en tapa dura o cartoné, c on los datos del autor y la investigación impresos en dicha tapa. La tesis de la directora general de Educación Concertada era muy distinta.

El título y los demás datos de su tesis estaban impresos en un folio que, a su vez, estaba pegado en la tapa del volumen. De igual modo, en el lomo tampoco estaban impresos los datos fundamentales de la tesis: autor y fecha de lectura. Esta forma de presentar el ejemplar es rechazada por otras universidades. La Complutense subraya que «en ningún caso permitirá presentar ejemplares» en cuyos lomos no figuren «los datos esenciales de la tesis doctoral».