EE.UU. enmienda la visita de los congresistas con un comunicado: «España, un aliado vital»

En el escrito emitido a los medios de comunicación ayer tarde, la Embajada estadounidense afirma: «Queremos reiterar que, como hemos comunicado en anteriores ocasiones, la posición del gobierno de Estados Unidos sobre Cataluña es que es un asunto interno de España. Estamos profundamente comprometidos a mantener la relación con una España fuerte y unida».

Desde la Embajada estadounidense en España se pone de manifiesto las históricas relaciones entre ambos países : «Unidos por la historia y los valores comunes que sustentan nuestra asociación».

«Trabajamos en estrecha colaboración en una serie de desafíos mundiales, incluyendo la promoción de la cooperación internacional, la paz y la seguridad y la prosperidad económica. Desde el fomento del crecimiento económico mutuo hasta la lucha contra el ISIL [siglas en inglés del autodenominado Estado Islámico] y la prevención del extremismo violento, España es un aliado vital, socio y amigo de Estados Unidos», subraya el comunicado.

Precisamente la alusión expresa a «una España fuerte y unida» fue uno de los principales mensajes que transmitió el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama, durante su visita a España en el mes de julio del pasado año: «Tenemos un compromiso con nuestros aliados transatlánticos que no va a cambiar [...]. Eso incluye una España fuerte y unida, uno de nuestros aliados más cercanos». Esas palabras fueron pronunciadas ante militares estadounidenses y españoles en la base naval de Rota (Cádiz).

Hay que subrayar que la visita de los dos congresistas estadounidenses ha causado «un profundo malestar» por gestos como el que tuvieron en su visita a Barcelona el domingo. Además, los dos representantes del poder Legislativo estadounidense llegaron a ausentarse de citas con representantes de La Moncloa y el Ministerio de Interior al día siguiente de su reunión con Puigdemont por haber trasnochado en exceso, según informaron fuentes solventes a ABC. Ese hecho elevó el malestar en las autoridades españolas.

Uno de los dos congresistas -Dana Rohrabacher- se ha convertido en el hombre que abandera la causa de soberanismo catalán en el Capitolio, donde el mundo de los «lobbies» es habitual: en 2015 defendió la celebración de un referéndum de independencia en Cataluña y este mes marzo recibió al presidente de la Generalitat en el Capitolio, durante su visita oficial a Washington.

Este polémico congresista por California tiene un largo registro de estrambóticos apoyos como la causa de Vladimir Putin en Crimea o la guerra que Rusia libró en Georgia. También mantuvo encuentros con la líder del xenófobo Frente Nacional, Marine Le Pen .

Ambos congresistas forman parte del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, y el republicano Rohrabacher preside su subcomité para Europa, Eurasia y Amenazas Emergentes. A España llegaron tras un paso por Amsterdam y ayer se encontraban debatiendo sobre el cannabis en Berlín. Lisboa y Cracovia también están dentro de su agenda.

En España se encuentran en estos momentos unos 5.000 militares estadounidenses en las bases de Rota y Morón de la Frontera (Sevilla). Precisamente esa relación de cooperación en el ámbito de la defensa , además de los obvios lazos económicos y empresariales, culturales y turísticos, han fortalecido aún más la relación entre Washington y Madrid estos últimos años.