El Comité Federal del PSOE fijará este sábado la fecha oficial de las primarias

Los últimos días no han sido fáciles para el ex secretario general, que se ha visto obligado a lidiar con los problemas surgidos a raíz del pronunciamiento del Tribunal de Cuentas sobre su crowdfunding . El tribunal aseveró que este método para recaudar fondos no se ajustaba a la Ley de Partidos, por lo que Sánchez tuvo que cerrarlo y abrir una nueva cuenta.

La escenificación de Susana Díaz el pasado sábado en Madrid también ha marcado un antes y un después para los sanchistas. No solo por el hecho de que la presidenta andaluza lograse aglutinar a unos 6.000 afiliados en el Ifema, sino porque el anuncio oficial de su candidatura les permite poner nombre, apellidos y rostro al adversario político que cuenta, en principio, con mayores posibilidades de alzarse con la victoria.

El argumento central de las críticas de los seguidores de Sánchez, que ya han esgrimido en alguna otra ocasión, es que la gestora no está siendo imparcial en el proceso . El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, aseguró ayer que la comisión gestora es «claramente» partidaria de la candidata andaluza y advirtió de que en estas circunstancias una victoria de Díaz podría suponer «riesgo de fuga de muchos militantes». El alcalde justificó esta idea apelando a que, para algunos socialistas, darle el liderazgo del partido a la presidenta autonómica es «convalidar» la decisión que «tomó un reducido grupo de personas» de facilitarle el Gobierno a Rajoy.

Puente también tuvo palabras para Eduardo Madina, del que afirmó que su apoyo a Díaz se debe a una venganza contra Sánchez porque le derrotó en las primarias de 2014. Además, se acordó de algunos socialistas que respaldaron a Sánchez como secretario general pero que decidieron escoger a Patxi López de cara a las primarias. A su juicio, esto es una «transición» que desembocará finalmente en el apoyo a Susana Díaz.Por otro lado, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, manifestó ayer que no descarta que su partido vuelva a romper la disciplina de voto si hay «discrepancias» con el PSOE, aunque quiere «prevenir» ese contexto.