La batalla política de los Presupuestos agrieta el Gobierno de coalición

La semana pasada se evidenció el conflicto horas después de presentar las cuentas. Iglesias tildó de «vergüenza» el retraso del Ingreso Mínimo y admitió «pelea» en el Gobierno. Pero el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, lo negó y dijo que UP no aportó alternativas para reducir «los cuellos de botellas». «Hay problemas en el ámbito de Vicepresidencia», añadía.

El debate presupuestario ha sido económico, pero de trasfondo político. ¿Con quién pactar? Hay una parte del Gobierno que apuesta por sacar los PGE con PNV y Ciudadanos (Cs). Una mayoría por la que apuestan el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , y ministros socialistas como María Jesús Montero (Hacienda). Pero el flanco morado intenta truncar esa vía porque considera que es un esquema «incompatible» con unos Presupuestos «progresistas».

En UP se mostraron muy optimistas en septiembre y octubre por el cambio de relato y la disposición al pacto de ERC. Incluso consiguieron que en el Gobierno se hablase de una preferencia por el bloque de la investidura. Preferencia que no es sincera porque ERC genera mucha desconfianza al PSOE. Hay que recordar que fue el grupo independentista quien tumbó las cuentas el año pasado .

En el Gobierno se coqueteaba con la idea de que en algún momento Cs rompiese la baraja y se negase a negociar , sin que tuviera que ser La Moncloa la que eligiera. Un escenario que ansiaba Podemos con sus constantes provocaciones al partido naranja. —«A Ciudadanos no le gustarán los Presupuestos, se ve la influencia de Podemos», dijo Iglesias hace unas semanas—.

Pero eso no ha ocurrido. Inés Arrimadas parece determinada a llevar su giro hasta el final y con todas sus consecuencias. «Cs parece dispuesto a todo con tal de pactar —reflexiona un ministro— Y no podemos decir que no».

En el Gobierno hay optimistas que quieren una legislatura larga y convencional con PGE cada año. Y hay quienes no dudan de que con unas solas cuentas se puede alargar la legislatura «hasta que el presidente quiera».

Por su parte, fuentes de UP subrayan que la única manera de dar estabilidad es apoyarse en la mayoría de la investidura. Quieren conseguir que los socios de la investidura pasen a ser apoyos consolidados —«leales»— para negociar una parte de la acción de gobierno sin necesidad de Ciudadanos.

Además, en el entorno del vicepresidente Iglesias no niegan que la supervivencia de la coalición dependa de esto último. O al menos la buena salud de ésta. Consideran que todo lo que no sea mantener las alianzas del bloque podría dinamitar el pacto de coalición firmado por Sánchez e Iglesias por la incapacidad de seguir su hoja de ruta.

También hay altos cargos socialistas que creen que una vez aprobados sería el fin de la coalición porque sin mayoría en contra en el parlamento se puede gobernar en minoría. «Pero ese escenario es muy hipotético. Irreal ahora mismo», dice un ministro que reflexiona sobre cómo «la incertidumbre de la pandemia lo cambió todo». «En otro escenario, tal vez, pero con tanta incertidumbre ahora la coalición es el único elemento que aporta estabilidad... por raro que parezca», asegura un dirigente clave del PSOE.

Iglesias quiere evitar que los PGE se pacten con Cs porque interpreta que eso debilitaría el pacto con los nacionalistas como única alternativa de Gobierno para el PSOE. Pero también porque teme que si Cs se vuelve socio el papel de UP quede desdibujado . Por eso el veto que impulsa a Arrimadas tiene gran parte de estrategia de supervivencia además de rechazo ideológico.

En el PSOE quienes en verano empujaron por la vía con Cs lo siguen haciendo. Con ello consideran que se debilitaría a Iglesias, con quien existe un profundo malestar que en Unidas Podemos no niegan. De hecho no vacilan al admitir que ellos también sienten desconfianza.

Iglesias no duda en criticar en abierto a Isabel Celáa o José Luis Escrivá . Y los choques con Carmen Calvo , Nadia Calviño o Margarita Robles son notorios. Incluso con María Jesús Montero y José Luis Ábalos , miembros con mayor capacidad de equilibrios, existen tensiones.

En estos momentos tan solo la relación entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias es el pegamento que mantiene unida la coalición . Esa es su mejor baza política.