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Los barones del PP ganan fuerza con su gestión y adelantan al PSOE en las regiones

Pablo Casado no acaba de dar el «sorpasso» a Pedro Sánchez en la mayoría de las encuestas

Teodoro García Egea y Pablo Casado, en el Comité de Dirección del PP Efe
Mariano Calleja

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Cuando acabó la primera ola de la pandemia , Isabel Díaz Ayuso había dejado de ser una desconocida para el conjunto de los españoles. Los ataques continuos de la izquierda solo sirvieron para reforzar un liderazgo que empezó a subir como la ... espuma. Encuestas internas reflejaban un cambio de tendencia total en Madrid, solo un año después de las elecciones autonómicas y municipales: el PP volvía a ser el primer partido, y Ayuso se vio especialmente fuerte, con una veintena de diputados más, según se observaba en los sondeos. Ante el riesgo de una moción de censura inspirada por su socio Ciudadanos , Ayuso se creció y amagó con disolver la Asamblea y convocar elecciones de forma anticipada. Se veía sólida y con la ambición suficiente, en plena tendencia alcista. Pero en Génova, con una hoja de ruta diferente, sonaron las alarmas y frenaron en seco el impulso de la presidenta madrileña. La prioridad era salvaguardar el acuerdo de Gobierno regional con un socio prioritario para Casado: Ciudadanos.

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