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El Ayuntamiento de Palma paraliza la retirada de las calles 'franquistas' y pide al Govern que revise su polémico censo

Rectifica cinco días después de desatar la polémica al quitar las placas a marinos del siglo XIX y la calle Toledo por ser «franquistas»

El censo en el que se basó contiene errores históricos de bulto y fue encargado a un experto sin titulación que cobró 15.000 euros por el trabajo

Dos de las calles que iban a cambiar de nombre Alberto Vera
Mayte Amorós

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El mismo día que se iba a retirar la calle Toledo del callejero de la ciudad, el Ayuntamiento de Palma ha anunciado este viernes que paralizará el polémico cambio de 12 nombres de calles «con origen franquista» y pedirá una revisión «urgente y extraordinaria» del censo tras detectar errores históricos de bulto que han indignado a expertos e historiadores.

Los operarios del consistorio palmesano ya habían retirado las placas de la Avenida Joan March, Almirante Churruca, Almirante Gravina, Almirante Cervera, Alfambra y Brunete, cambios que se mantendrán, aunque se revisarán juntamente con seis restantes, a la espera de un nuevo informe.

El alcalde, el socialista José Hila , ha explicado que ha tomado esta decisión debido a que los cambios de varias de las calles afectadas han suscitado «dudas». En concreto, se ha referido a las calles de los almirantes, la calle Toledo y la de Gabriel Rabassa. No se habían cambiado las de pasaje Castillo Olite, plaza del Bisbe Planas y las calles Toledo, José de Oleza, Gabriel Rabassa y Canonge Antoni Sancho.

Hila ha remitido un escrito a la Secretaría Autonómica de Memoria Democrática solicitando que la Comisión Técnica de Memoria y Reconocimiento Democráticos, conformada por expertos, para que revise todos los elementos de Palma incluidos en el Censo de símbolos, leyendas y menciones franquistas .

El primer edil ha insistido en que aquel censo obliga al Ayuntamiento a modificar las calles afectadas. «Nos ordena que las tenemos que cambiar, no es optativo, es un mandato legal». Dice que en su momento no se presentaron alegaciones tras la aprobación del censo. Sin embargo, existen «dudas razonables» y que él mismo las tiene. «Cuando tenemos dudas sobre un tema es importante rectificar», ha dicho el primer edil, que también ha añadido que la administración «no es perfecta».

Si la revisión del censo confirma que los nombres a cambiar «son correctos» -por vinculaciones al franquismo-, el Ayuntamiento proseguirá con los cambios. Si hay un cambio de criterio, Cort revertirá las modificaciones y volverá a colocar placas con los nombres anteriores. El alcalde ha enfatizado que en cualquiera de los dos casos el Ayuntamiento estaría obligado por ley.

El polémico informe que ahora está en cuestión fue elaborado por la Consellera de Cultura, Fanny Tur, a finales de la pasada legislatura «en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica» aprobada en el Parlament balear.

La consellera Tur, que fue nombrada a petición de los nacionalistas de Més per Mallorca, encargó el trabajo en 2018 al historiador Bartomeu Garí, un doctor novel que actualmente es concejal del mismo partido independentista en el municipio mallorquín de Porreres. Garí delegó el trabajo de las calles de simbología franquista en Marçal Isern, un estudioso en la materia que carece de titulación en Historia y no tiene trayectoria académica. El Govern desembolsó 14.980 euros por este trabajo, tal y como publicó ABC.

Desde hace días, historiadores, expertos y entidades civiles reclamaban una rectificación y apuntaban a que el autor había ido más allá de la memoria histórica, ya que no se dedicaba a retirar símbolos franquistas sino otros que son de la Historia de España. Alertaban de que con este tipo de actuaciones se está desprestigiando la Ley de Memoria Histórica aprobada por unanimidad en el Parlamento balear.

A instancias del ayuntamiento de Palma, el secretario autonómico de Memoria Democrática, Jesús Jurado (Podemos) del Govern ha informado hoy de que estudiará algunas cuestiones del censo.

La comisión técnica se reunirá después de las vacaciones de Semana Santa, aunque aún no hay fecha propuesta ni se ha planteado el orden del día. Jurado advierte de que « el censo de elementos franquistas se revisa de manera periódica , es algo habitual. Se plantea una revisión y se crea un grupo de trabajo específico. Pero yo no decido lo que es franquista o no. Es la comisión técnica en grupos de trabajo con historiadores y expertos en la materia que valora cómo se puede hacer. No es un aquí te pillo, aquí te mato».

El secretario autonómico de Memoria Democrática advierte de que son «conscientes de que a pesar de que se ha salido de madre y se ha dramatizado en exceso el cambio de nombre de las calles, al existir dudas sobre algunos de los nombres eliminados, presumiblemente se planteará en el orden del día. Se tratará de decidir si se revisa o no el censo de elementos franquistas y sobre qué parte concreta».

Jurado insiste en que el Govern nno revisa los nombres de calles sino los ayuntamientos agrupaciones o plataformas que consideran que deberían entrar en la lista y luego se valora y se hace un estudio. «Solicitudes hay muchas pero hay baremos que para definir si un nombre debe permanecer o no».

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