Arias Cañete afirma que se siente «legitimado» para seguir ocupando su cargo en la UE

Minutos después de su comparecencia, Arias Cañete, ha dejado claro que no ha incurrido en ningún conflicto de interés y ha cumplido el Código de Conducta del Ejecutivo comunitario y por tanto asegurado que se siente «plenamente legitimado» para continuar en el cargo.

«Yo no tengo ninguna compañía, no tengo intereses en ninguna compañía petrolífera , mi mujer tiene todos sus bienes y derechos declarados en España y, por lo tanto, me siento plenamente legitimado para seguir ejerciendo mi función de comisario», ha dicho Cañete en declaraciones a la prensa a su salida de la comparecencia, en la que ha dejado claro que no ha hablado con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. «Yo con el presidente no hablo de estos temas» sino de otros «que tienen mucho más interés para España», ha subrayado.

Cañete ha dejado claro además que vendió «la totalidad» de sus acciones en compañías petrolíferas «tan pronto» le nombraron comisario en aras de «una mayor transparencia» porque «no tenía obligación de hacerlo».

Respecto al caso de Acuamed , Cañete ha rechazado «absolutamente» que haya condonado siendo ministro de Agricultura una deuda a FCC de 40 millones de euros como ha afirmado la eurodiputada socialista, Iratxe García.

«Es absolutamente falso, porque mi única intervención en el caso Acuamed fue en un momento determinado, el 24 de febrero, en el que había diferencias de planteamiento entre la Administración y la compañía FCC», ha explicado Cañete, dejando claro que únicamente sugirió al presidente del Consejo de Administración de Acuamed «pedir un informe jurídico» para «conocer cuál era la base sólida de Acuamed» para defender «mejor» sus intereses.

«Ese informe se pidió en abril de 2010 . Luego cesé a finales del mes de abril y yo no he participado en ninguna negociación posterior a la emisión de dicho informe», ha dicho, reprochando a la eurodiputada socialista «una afirmación falsa». «Y en política no vale todo », ha dicho, al tiempo que ha recordado que «todos» los documentos, incluido el informe de la abogacía del Estado ya están disponibles porque «se ha levantado el secreto de sumario», al ser preguntado por la petición del PSOE de que aporte los informes técnicos independientes que avalaron la decisión sobre FCC. «Es innecesario. Se ha levantado el secreto de sumario», ha zanjado.

Por lo que se refiere a la empresa mencionada en los papeles de Panamá, Rinconada Investments Group en la que aparecía como apoderada su mujer y que algunos eurodiputados le han preguntado por qué no figuraba en su declaración de intereses, Cañete ha recalcado que la compañía «estaba inactiva» desde enero de 2010 y dado que «no realiza ninguna actividad, no puede dar lugar a ningún tipo de conflicto de intereses». En este asunto indicó que le consultó a su mujer «sobre sus intereses financieros» cuando apareció la empresa en los papeles y ésta le dijo que «no tenía ninguno que incurriera en conflictos de intereses».

«Cuando se publicaron los papeles de Panamá , pude verificar que esta compañía estaba totalmente inactiva desde enero de 2010. Y que la cuenta corriente en la que mi mujer tenía firma autorizada se había cancelado en enero de 2010», ha zanjado, al tiempo que ha asegurado que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, «no» le pidió «ninguna explicación». «Cuando se produjeron los papeles de Panamá, hablé con el presidente y le trasmití cual era la situación real y no he tenido ningún otro problema», ha explicado.

Respecto al polémico proyecto de la mina de uranio de la empresa Berkeley en Retortillo, el tercer gran asunto por el que le han preguntado los eurodiputados, Cañete ha insistido en que el procedimiento de autorización del proyecto «ha seguido las reglas claramente de tramitación del Tratado de Euratom y no ha habido ninguna instrucción».

«No he tenido ningún encuentro ni yo ni mi gabinete con el señor Lamela en ninguna ocasión y por lo tanto ha sido una actuación absolutamente intachable », ha zanjado, en alusión al ex alto cargo del Ministerio de Agricultura que luego asesoró a Berkeley ante la Comisión Europea para obtener el visto bueno para el proyecto.