Alerta por la presencia de un millar de inmigrantes en el entorno de Ceuta

Fuentes policiales certificaron ayer lunes que en las últimas horas no se había vuelto a registrar ningún acercamiento a la alambrada, pero hoy martes se ha producido un nuevo intento de asalto, protagonizado por un centenar de inmigrantes, aunque ninguno ha logrado acercarse a la doble valla.

Según han informado a Efe fuentes policiales, el intento de entrada se ha producido por una zona intermedia de los 8,2 kilómetros de perímetro fronterizo terrestre. La Gendarmería marroquí ha logrado dispersar a los inmigrantes, mientras que la Guardia Civil ha desplegado numerosos efectivos en las inmediaciones del vallado, aunque finalmente no han tenido que intervenir.

En la madrugada del día 23 un grupo de unos 700 trató de superar la valla y 33 quedaron encaramados a ella. A medida que fueron bajando fueron devueltos a las fuerzas de seguridad alauíes, que una noche antes ya habían repelido a otros dos grandes bandadas de 700 y 300 impidiendo que se acercaran a la frontera.

La Guardia Civil, informó ayer Efe, cuenta un helicóptero de apoyo que realiza vuelos diarios sobre los 8,2 kilómetros de perímetro fronterizo terrestre entre Ceuta y Marruecos, donde los intentos de asalto se han repetido en las últimas navidades.

La alarma en torno a Ceuta es el epílogo a un año de significativo crecimiento de la inmigración irregular en nuestro país, que se ha visto favorecida en el mar por la buena climatología de los últimos meses del año. No obstante, a pesar de la llegada del frío, también lo siguen haciendo las pateras y de hecho una de ellas con siete personas a bordo fue interceptada ayer en las inmediaciones del Estrecho y llevada a Tarifa, del mismo modo que el día anterior se localizó a otros 28 inmigrantes , entre ellos cinco mujeres, de otra embarcación que fue localizada a 33,5 millas náuticas de Almería tras horas de búsqueda en el mar de Alborán.

Con todo, en estos últimos días del año ha llamado la atención el hallazgo ayer por parte de la Policía portuaria de Ceuta de cinco menores de edad que pretendían cruzar el Estrecho de Gibraltar escondidos en los bajos de dos camiones. Los inmigrantes, de entre 13 y 17 años, habían aprovechado un descuido de los conductores para llegar hasta los ejes de los vehículos para no ser descubiertos en el control policial.