Acentuar las reformas en Educación e investigación

En la encrucijada presente resulta imperativo proseguir las reformas porque sólo en una senda reformista podemos avanzar, como ponen de manifiesto numerosos ejemplos de nuestra historia reciente. Nuestro modelo productivo debe avanzar hacia el valor añadido para competir y crear la riqueza que se precisa para mantener y mejorar el estado del bienestar. El valor de los desarrollos legislativos recientes en Educación está en que se partió de la necesidad de mejorar nuestro sistema, empezando por fomentar la cultura del esfuerzo y el reconocimiento de la tarea de los docentes. Las mejoras en la tasa de abandono escolar, así como la puesta en práctica de una formación profesional dual son ya palpables. Hay espacio para un entendimiento y para el pacto que se reclama, el sistema aún requiere de mejoras, pero se resentirá si todo lo que se plantea supone nuevos bandazos.

La creación de Ciencia y Tecnología sigue siendo una exigencia para nuestra sociedad que no puede resignarse a permanecer, como ocurre desde 2007, en niveles claramente por debajo de la media europea en esfuerzo en I+D. La Ciencia, el conocimiento, nos dota cada vez más de la capacidad de intervenir en la naturaleza. El sistema CRISPR-Cas, identificado como el avance científico mundial del año que termina, constituye un ejemplo por su potencial para modificar genes en las células, de manera precisa y específica. En 2016 podemos presenciar sus primeros logros, por ejemplo, en terapia génica que corrija patologías debidas a alteraciones genéticas.

En España disponemos de un sistema de salud de alto nivel y cobertura universal. He aquí otra oportunidad para nuestra Ciencia Biomédica, como soporte de un progreso en Ciencias de la Vida que conduzca a más y mejores aplicaciones. Porque iniciamos un nuevo año bajo el reto de la sostenibilidad de nuestro sistema de salud, cuya viabilidad económica precisa de una intensa innovación para que siga básicamente siendo gratuito y del mayor nivel. Sin olvidar que el soporte fundamental son los profesionales sanitarios.

La reforma de nuestro sistema de I+D debe ir acompañada de los cambios, hace tiempo requeridos, en la Universidad . Educación superior e Investigación son el instrumento para ese cambio de modelo productivo. Disponemos de recursos importantes en los campos científicos y tecnológicos más variados, desde la exploración espacial hasta las telecomunicaciones. Nos cabe la posibilidad de ejercer algún liderazgo en la UE en desarrollo científico-técnico en numerosos campos, como los recursos naturales y la tecnología microbiana, las neurociencias y los estudios climáticos. Nuestro potencial en la lucha contra el cambio climático es notable, a través del avance en energías alternativas a los combustibles fósiles.

Hemos de enfrentarnos al pavoroso problema de la evolución demográfica en España, con una pirámide poblacional distorsionada por la falta de nacimientos, mientras se amplía la expectativa de vida. El horizonte de una población envejecida supone un futuro plagado de incertidumbres.

Subyace la cuestión de los valores que inspiran el comportamiento de los individuos repercutiendo en la colectividad. La aconfesionalidad, propia de una sociedad moderna, no significa que no podamos proponer determinados valores cristianos, que están en la base del progreso de la civilización occidental. El liderazgo del Papa, incansable, su propuesta de modelos de responsabilidad, solidaridad y entrega (próxima canonización de Teresa de Calcuta ) ofrece propuestas, compatibles con otras de otro origen, que pueden favorecer el futuro de la sociedad.